Capitulo 25

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Tome firmemente el bisturí y empece a abrir la piel de Paula haciéndola gruñir de dolor, me pasaron las pinzas eléctricas, escuchando como su pulso disminuía.

— Ah no, no te vas a morir sin haber sufrido al menos un poco— pedí la descarga mínima, puse las pinzas en su corazón, la sangre le caía al piso y a mi no me importaba ensuciarme, cada vez subía mas la intencionalidad de la corriente eléctrica arrancándole gritos de agonía.

Una vez que me aburrí le pegue las pinzas a la cabeza y pedí la máxima potencia, literalmente le freiríamos el cerebro, los guerreros la descolgaron del muro, mire a Marcus que lloraba en silencio.

— Ay ya deja el drama que nadie te creería tus lagrimas falsas, llorarías de verdad si vieras como Lorcan va a torturar a Natalia, a ella si le espera un maldito infierno— él me gruñe mientras sus lágrimas siguen saliendo de sus ojos.

— Tu no sabes lo que mi prima significaba para mi, así que no puedes decir que mis lagrimas son falsas y si tu hermano le toca un solo pelo a Natalia lo masacraré— abrieron su celda para que yo entrara, él también estaba atado al muro con grilletes de plata.

— Tu no vas a poder hacer nada contra mi hermano por que tu también morirás esta noche, aun que de forma muy diferente a como murió tu prima, tu morirás en la forma en que pensabas matarnos a nosotros— mande llamar a Michael el brujo para que me diera el veneno el que fuera pero que lo hiciera sufrir.

— ¿Me mando llamar señorita Citlali?— asentí.

— ¿Que veneno podría hacer sufrir hasta la muerte a Marcus?—

— Bueno hay varios venenos que son mortales con solo unas gotas que lo pueden hacer agonizar de dolor por años o meses, hay otros que solo le permiten unas semanas de vida pero el sufrimiento es tan insoportablemente que los pocos que llegan a ingerirlos se suicidan—

— Dame uno que dure semanas, su sufrimiento va a ser un poco largo y que no tenga antídoto— los guerreros se miraron entre si.

— Disculpe señorita Citlali pero creemos que sería muy peligroso que él continuará vivo después de esta noche, conoce muy bien las salidas y si tiene a alguien mas trabajando con él lo ayudara a escapar— mire a Michael.

— No puedo revelarte información sobre el futuro si eso es lo que ibas a preguntar— negué.

— Solo te iba a pedir un veneno igual o parecido pero que lo mate en cuestión de horas ¿tienes uno así?— asintió.

— Es el mismo pero debe beberlo todo de un solo trago o podemos inyectárselo para que no pueda escupirlo— sonreí.

— Perfecto, chicos tomen varias jeringas con el veneno, esta vez me ayudarán como enfermeros— una vez que las jeringas tenían el veneno nos acercamos para inyectárselo, aun que se removió mucho al final pudimos lograrlo —Te merecías sufrir mas— le dije antes de alejarme para verlo sufrir, vi como su piel se desprendía poco a poco, sus gritos eran música para mi, su lobo aullaba de dolor.

— M...ma...mátame— me rogó, sonreí y negué.

— Esto es poco en comparación con lo que de verdad te mereces— unas horas después ya no quedaban mas que algunos huesos, el veneno actuó de forma corrosiva desde dentro y poco a poco fue haciendo que el vello, el cabello y la piel se le cayera.

— Saquen esto de aquí y luego pueden irse a descansar— Michael se había ido hace poco y yo subí a la oficina de Draven donde sabía que estaría con Milo, ellos vieron todo por las cámaras de seguridad.

— Eso fue increíble— Milo no parecía asustado pero si gratamente sorprendió, sonreí.

— Lo se, ahora iré a darme un baño por que estoy un poco cubierta de sangre—

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