Capitulo 31

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El fin de semana paso muy rápido, el castigo que le impuse a los Deltas los hizo llorar literalmente, el médico de la manada tuvo que detenerme por que sus cuerpos no estaban acostumbrados a ese tipo de ejercicios, el entrenamiento intenso al que los sometí duro 10 horas, al finalizar se los llevaron en camillas por que ya no podían ni moverse sin sentir dolor pero es lo mínimo que merecen por cuestionar a su líder.

Draven estaba feliz con el castigo que les había dado y al dárselos públicamente sirvieron de ejemplo para los demás miembros de la manada, hoy es mi primer día en la universidad, Draven me vino a dejar temprano para que me dieran un recorrido por mi facultad, la facultad de negocios internacionales.

Me dirijo a mi primera clase, algunos Omegas de la manada me saludan o hacen una leve reverencia, hay miembros de otras manadas pero son muy pocos según lo que leí en algún momento al firmar aceptaciones para dejar estudiar a miembros de otras manadas algunas sienten que nuestra educación es la mejor que cualquier otra manada podría ofrecer.

— Buenos días alumnos, mi nombre es  Carlos Rivas pero ustedes me llamarán profesor Rivas, no me gustan los trabajos mediocres y me gusta que todo el grupo participe, no es necesario que se presenten no estamos en la primaria, espero grandes cosas de todos y de una vez les advierto que en mi materia hay un alto índice de reprobación, dicho esto comencemos con la clase— algunos de mis compañeros murmuraban sobre lo estricto que parece ser el profesor, él empezó a anotar algunas cosas en el pizarrón.

— Profesor Rivas ¿que hay de las faltas?— el profesor se giro y miró directamente a la chica que estaba sentada a mi lado.

— Señorita no me agradan los alumnos que hablan sin pedir la palabra pero es su primer día y lo dejaré pasar, las faltas solo tienen derecho a dos faltas y no me importa si se están muriendo de alguna enfermedad, deben venir al menos a mi clase o estarán automáticamente reprobados y no haremos excepciones Luna— sonreí.

— No quería que las hiciera profesor— el profesor es un Alfa retirado de otra manada y quiso impartir clases aquí desde hace 90 años, los alumnos que logran llegar a interesarle para ser sus protegidos se gradúan con honores pero solo uno ha logrado llegar a ser su protegido y ese fue Draven.

— Muy bien, dicho esto comencemos con la clase— la clase continuó, solo participábamos cuando él profesor nos preguntaba directamente, al finalizar la clase, todos recogieron sus cosas de forma rápida y se amontonaron para salir, por el contrario yo recogí mis cosas sin prisa para dejar que se despejara la puerta.

— Espero que no vaya a plagiarle sus trabajos a mi alumno estrella— mire al profesor que ahora estaba a mi lado.

— No se preocupe profesor soy muy capaz de realizar excelentes trabajos sin plagiar los de alguien mas, que tenga un buen día profesor— salgo del salón sin esperar su respuesta, después de esa clase las demás son simples presentaciones de compañeros y profesores.

Al salir de la universidad veo a Draven con un ramo de girasoles en las manos, le sonrió y corro a sus brazos, nos damos un casto beso.

— Feliz primer día como universitaria mi amor— mi sonrisa se amplió aun mas.

— Muchas gracias amor— me entrego el ramo y yo lo tome gustosa, de camino a la casa le conté absolutamente todo, desde la primera clase hasta la última.

— Entonces él profesor Rivas sigue dando clases— sonó sorprendido.

— Si, fuiste su protegido y no quiere que plagie tus trabajos— él sonríe y niega.

— Como si necesitaras eso, eres tan inteligente que creo que tus trabajos superarán los míos, lo invitaré a cenar a la casa, ¿te molestaría?— niego.

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