Blaire Jones Parker, una mujer en busca de encontrar la chispa de adrenalina que necesita en su vida. Aunque muchas veces lo que deseas está más allá de lo que puedes controlar:
-Vi algo bueno en ti, Harry.
-Lastima que solo sea un espejismo.
Harry...
Pequeños detalles que debía resolver, primero debía pensar en, ¿Cómo le diré a mí mejor amiga que es como mí hermana, que mí novio no quiere que esté cerca de ella? Segundo detalle, ¿Cómo le digo a mí novio que mí mejor amiga quiere conocerlo sin que se enoje? Y peor aún, que ella quiere organizar una cita doble. Y el último detalle, ¿Cómo diablos hago para que Peter no quiera matar a Harry después de todo lo que de había enterado? Sería un día difícil,pero debía comenzar poco a poco para que todo saliera bien.
—Gwen me dijo que pensarás mejor las cosas —Me dijo Peter mientras se servía un poco de café —, lamento haberte gritado ayer.
—Descuida.
—Existen muchos chicos en los que puedes fijarte Blai, chicos de tu edad.
—Si empezaremos así, no quiero escucharte Peter.
—Chicos como Harry solo buscan solo una cosa de chicas como tu Blai, no confíes en el.
—Que mal hablas de el, para ser mejores amigos —Deje el desayuno a un lado, no quería más discusiones.
—Entre tu y el, me importas más tu Blai —Menciono, no le dije nada para subir a mí habitación para ponerme la ropa del día de hoy, para ver a Harry y hablar sobre los planes de Lexy para esta noche.
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Para entrar en la empresa de Harry ya no necesitaba autorización, al parecer Harry se había encargado de decirles a todos que si me veían no me dijeran nada, prácticamente podía poner una bomba en este edificio y nadie me detendría. La asistente de mí novio estaba en su escritorio, me vio de pies a cabeza para luego posar sus ojos nuevamente en el papeleo que tenía en mano.
—Si buscas a Harry está ocupado.
—¿Harry? —Cuestione al escucharla decir su nombre como si fueran los mejores amigos.
—El señor Osborn —Dijo cambiando la forma en la que lo había dicho, perra. No iba a esperar a que ella me diera permiso de verlo, solo obvie su presencia y me adentre en la oficina del ojiazul.
—Harry...—Lo llame.
—Te dije que estaba ocupado, niña —Llego la mujer para casi estirarme del brazo.
—Ser mí asistente no te da derecho de tomar así a mis invitados —Le dijo Harry, y la mujer me soltó —, ve a tu lugar Felicia, y no te muevas de allí hasta que yo lo ordene.
—Si señor —La mujer se marchó dejándonos solos.
—Y tu amor, no vuelvas a venir si no me lo dices antes —Me aclaro, sentía celos lo admito. Estaba odiando que alguien que no sea yo trate con el y estuviera la mayor parte junto a el, no confío en las secretarias mí madre también confío en una y mí papá la termino encargando con ella —. ¿Ya pensaste en lo que te dije?
