Blaire Jones Parker, una mujer en busca de encontrar la chispa de adrenalina que necesita en su vida. Aunque muchas veces lo que deseas está más allá de lo que puedes controlar:
-Vi algo bueno en ti, Harry.
-Lastima que solo sea un espejismo.
Harry...
—Llevo mucho tiempo encerrado, solo quiero divertirme —El primer lugar que se le había ocurrido a Harry ir, fue a la playa.
Los rayos del sol, el sonido del mar y la refrescante agua lograba relajarlos. Bebían de unas cuantas cervezas mientras jugaban como niños pequeños en el agua, Blai por primera vez en mucho tiempo reía a carcajadas mientras Harry corría detrás de ella para atraparla. Llevaban unos cuantos minutos jugando a las pilladitas y a ninguno le gustaba perder.
—Ven aquí.
—50 dólares, Osborn —Le recordó Blai mientras corría aún, llevaba la ventaja hasta que Harry logro atraparla, ambos cayeron.
Blaire había caido sobre Harry, este sonrió adolorido tras la caída, el lado bueno de estar en la playa es que tenías un lugar algo cómodo para caer. Al menos no iban a lastimarse al caer en la fina arena.
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La mujer se quedó hipnotizada al ver y oír a Harry reírse. Había sido la imagen más linda que había visto hace mucho tiempo, verlo sonreír lograba que aquellas mariposas en su interior volvieran a sentirse. Así olvidando por completo todos los problemas que tenía.
—Eso dolió —Continuo riéndose.
—¿Estás bien? —Pregunto la mujer con una enorme sonrisa y sus ojos brillantes.
—Creo que tu codo choco con mí costilla, pero estaré bien —Respondio, ni siquiera hizo el intento de quitar a la mujer de arriba — me lo merezco.
—Si seguimos en el agua, un cangrejo nos encontrará y nos dejara una marca en cualquier parte de nuestro cuerpo, así que arriba.
—Si eso pasa, me encargaré de extinguir a cualquier cosa que se mueva y trate de hacerte daño.
—¿Es una promesa?
—Si, la es —Confirmo el ojiazul, ella beso muy emocionada la mejilla del hombre — por qué me siento tan afortunado por ese beso.
—Ya, mejor vamos a comer galán —Propuso, ya había sido suficiente playa por hoy, era momento de cambiar de planes — se me antoja sushi.
—Vamor por sushi para la bella dama —Ambos se pusieron de pie, estaban lleno de arena — pero primero, darnos una ducha.
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