Blaire Jones Parker, una mujer en busca de encontrar la chispa de adrenalina que necesita en su vida. Aunque muchas veces lo que deseas está más allá de lo que puedes controlar:
-Vi algo bueno en ti, Harry.
-Lastima que solo sea un espejismo.
Harry...
¿Los padres abandonan a sus hijos, esto es real? ¿Cómo díablos era posible? Una parte de mí quería creer que todo lo que mí tía May me había dicho no era real, que solo había sido un invento para que me portará bien, pero por más que intentará escapar de la realidad, se volvía más real el hecho de que ellos me habían abandonado, como si no les importara... Bueno, no les importo, eso me quedo clarísimo, solo quería una maldita respuesta del porqué, ¿Por qué solo me dejaron sola?
—Son unos idiotas, pero no debes llorar por eso amor —Harry llevaba horas tratando de subirme los animos — solo piensa que ahora me tienes a mí.
—¿Cómo se que tu no me dejaras como todo el mundo?
—Por que te amo más que mí vida, Blaire Parker —Confeso, se que no conocía a Harry mucho tiempo pero se había ganado mí corazón y alegrías, el estaba siendo mí todo en este mundo. Era lo único que tenia después de salirme de casa, no quería ver a mí tía ni mucho menos a Peter, solo eran unos mentirosos.
—Por favor nunca te alejes de mí.
—Aunque estuviera muerto, jamás me alejarias de ti —Confirmo — así que mí bella dama, deja de llorar y sonríe para mí.
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—Te amo tanto, Harry.
—Y yo a ti preciosa, estamos juntos en esto —Se acercó para besar mis labios — pero debes prometerme algo.
—Lo que sea.
—Pase lo que pase siempre seremos solo nosotros dos contra el mundo, ¿De acuerdo?
—Sera una promesa.
Lo amaba demasiado como para alejarme de él, había sido mí sorpresa este año y lo único que me alegraba mí existencia. Tal vez el era mí destino, mí destino a ser feliz. La habitación que ahora compartíamos era enorme y las sábanas eran suaves, dormiría todo el día en ellas.
—El rojo es tu color —Hablo Harry la verme recostada en la enorme cama —, combina con tu hermosa piel.
—Esta vez te daré la razon.
—No quiero arruinar tu momento, pero necesito ir a la oficina —Menciono — debo ver unos informes y luego completar algunos proyectos.
—¿Puedo ir contigo?
—Por ahora no amor —Nego a qué fuera — necesito que te quedes por mí, si necesito algo sabré dónde llamar, ¿Bien?
—Esta bien.
—Antes de que me valla, necesito tu celular —Lo mire confundida, pero cuestionarlo nunca fue una mejor opción — te llamaré por el teléfono de casa, no te preocupes.
—No tardes.
—No lo haré, te amo —Beso mis labios — si necesitas algo, las sirvientas te ayudarán. Todo lo mío es tuyo ahora, princesa.
