Blaire Jones Parker, una mujer en busca de encontrar la chispa de adrenalina que necesita en su vida. Aunque muchas veces lo que deseas está más allá de lo que puedes controlar:
-Vi algo bueno en ti, Harry.
-Lastima que solo sea un espejismo.
Harry...
Creí que sería una pequeña reunión de amigos, en casa con refrescos y buena música. Pero estaba rotundamente equivocada, un club nocturno con niños ricachónes creyéndose los reyes del mundo. Nunca antes había pisado un lugar así, lo digo por el ambiente diferente al de los angeles, solía ir a fiestas con mí mejor amiga y era muy diferente a este lugar, todo era desconocido y ni siquiera sabía que hacer, Harry no me soltaba de su agarre, no existía persona en la fiesta que no lo conociera. Nos acercamos a la barra.
—Sirvele a la dama lo que quiera —Le dijo Harry al hombre quien acepto — vuelvo en unos minutos.
—Harry...
—No tardaré lo prometo —Dijo, beso mí mejilla para dejarme sola en la barra, le pedí un vaso de agua. Me sentía incómoda, algunas chicas me miraban con desprecio y los chicos buscaban la forma de acercarse a mí presencia, pero al parecer nadie se animaba a hacerlo o al menos eso pensé hasta que se acercó un chico.
—Dos martinis —Pidio mientras me miro de reojo —, ¿Por qué tan sola?
—No lo estoy.
—No veo a nadie contigo —El camarero sirvió los tragos y este chico castaño me acerco la copa.
—No bebo, gracias.
—¿Eres novia de Harry? —Agarro su bebida, no le respondí para mirar al frente — creo que deberías de saber que te dejo botada para ir a coger con una...
—¿Zorra?
—Si así la quieres llamar, salud —Bebio de su trago — ¿no tienes curiosidad?
—¿Sobre que?
—De ir a ver a tu novio cogiendo con esa zorra —Tomo su celular para mostrarme una foto, Harry estaba demasiado cerca de una chica rubia, con cerca me refiero que la estaba besando.
—¿Por qué me muestras eso? —Me guarde mí enojo y mis celos, me hizo poner un maldito vestido y me trajo a este lugar para que me dejara sola y se fuera acoger con una cualquiera.
—¿Vas a llorar por qué tu noviecito te engaña? —Dijo en un tono de burla al notar que mis ojos se habían cristalizados.
—Vete al diablo —Le dije para levantarme de mí lugar, el me siguió con la mirada, debe de estar feliz después de lograr que me enojara. Me molestó demasiado ver aquella imagen.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
T
rataba de salir hacia afuera, pero caminar entre la multitud mientras tenías ganas de llorar no era la mejor opción. Unos chicos se acercaron a mí, uno de ellos poso sus manos en mí caderas.
—¿Quieres bailar dulzura?
—Sueltame —Me queje tratando de safarme de su agarre, pero este volvió a tomarme con fuerza — ¡Sueltame maldito bastardo!
