Blaire Jones Parker, una mujer en busca de encontrar la chispa de adrenalina que necesita en su vida. Aunque muchas veces lo que deseas está más allá de lo que puedes controlar:
-Vi algo bueno en ti, Harry.
-Lastima que solo sea un espejismo.
Harry...
En el momento que vi a Harry sosteniendo a Gwen, sabía que algo malo iba a pasar. Peter trato de llegar lo más rápido, que pudo pero sus experanzas se estaban agotando, no había nada de Harry en esa cosa que antes me había lanzado al precipicio sin ni siquiera pensarlo. Quería alcanzar a Peter y tal vez ayudarlo, pero mis piernas impedían cualquier movimiento, no estaba controlando mí cuerpo, llegue a la torre de reloj y busque las escaleras, solo debía llegar. Peter había logrado sostener a Gwen con la tela de araña, pero Harry aún seguía forcejeando con Peter. Algunas piezas del lugar comenzaron a caer, me hice a un lado para que no me cayera encima.
<No puede ser> Frente a mis ojos vi caer a la novia de mí primo, me paralice un segundo. Todo estaba en absoluto silencio.
—¡Gwen! —Grite y trate de bajar lo más rápido que pude las escaleras para tratar de socorrer a Gwen. Ella no podía morir, no podía hacerlo — no, no, no...
Peter se acercó lentamente hacía la mujer que se entraba colgando de la tela, su mirada reflejaba terror. El castaño se acercó para tratar de que se despertará.
—Peter..
—Gwen... —La llamo, pero la rubia ni siquiera se movía —¡Gwen! Respira.
<Respira> Repetir en mí mente esperando que la rubia hiciera algo, me acerque a ella para tratar de ayudar a Peter a reanimarla.
—No te vallas, no te vallas —Comenzo a repetir Peter entre lágrimas — que no te vallas. Quédate, Gwen...
—No... —Alcance a formular, esto no podía ser cierto. No ella, solo trataba de ayudar.
—¡Gwen! No por favor, ¡Por favor!
—No puedo hacerlo sin ti.
Ni siquiera podía consolar a Peter, su novia había muerto por mí culpa. Tan solo si hubiera detenido a Harry, esto no estaría pasando y ella aún seguiría con vida. Ver a Peter abrazando a Gwen rogando de que despertará me había roto el alma por completo, no era justo.
—Alejate de ella —Me dijo Peter al ver qué había tomando de la mano a Gwen, no quería empeorar más esto y solo correspondí — lárgate.
—¿Que?
—Lo que escuchaste, ¡Largo! —Levanto la voz — ¡Ahora!
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En el día del entierro, no pude acercarme ni siquiera un poco hacía el lugar. Ver a la madre de Gwen destruida, me dolía en el alma, ninguna madre debería perder a su hijo, era un sentimiento que nadie puede imaginarse hasta que te arrebatan a tu propio hijo y todas aquellas iluciones se borran por completo. Peter desde esa noche no volvió a dirigirme la palabra, y lo entendía, yo tampoco quisiera verme sabiendo todo lo que había provocado.
