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Draco

Me acerco a Harry, él está leyendo sentado en el sillón, se la pasa leyendo, es aburrido verlo.

Asi que lo molesto.

—¿Sabes que día es hoy?— Digo mientras me siento a su lado.

Él me mira entre aburrido y confundido. Descubrí que si le hago una pregunta directa, llamo su atención.

—¿Lunes?— afirma a la ves que duda. Sonrío.

—Exacto— Asiento con la cabeza sonriendo, me divierte verlo confundido — ¿Sabes lo que significa?

Me mira unos segundo con el ceño fruncido, luego niega.

—Significa que hace una semana que estoy aquí, y ahora te toca a tí cocinar.

《Ah, eso》 dice y luego vuelve la vista a su libro. Resoplo frustrado.

Una semana, una maldita semana hace que estoy aquí y ya siento ganas de tirarme de un puente, para ver si sé volar, nada más.

Tres días me tomaron darme cuenta de que la actitud de Harry era así, tan... ¿robótica?. Él jamás comienza una conversación, responde con monosílabos, ni siquiera se ríe de mis chistes. Siempre tiene ese aire aburrido y cansado, solo lee, ni siquiera lo veo usar su celular.

El único día que demostró una expresión ruidosa, fue cuando le pellizque un brazo. Solo lo hice para ver si estaba vivo, capaz que había muerto y todavía no se enteró.

Él antes no era así, éramos amigos, o lo somos, no sé.

Recuerdo la primera vez que lo vi, tenía quince años, papá le dio trabajo aquí, lo que me pareció raro, ya que papá nunca había dicho de contratar a alguien. Mamá me dijo que era ayuda camuflada, en su momento yo tenía trece, no entendí, con el paso de los años fui comprendiendo.

Nos hicimos amigos, siempre me hablaba de sus libros, o me contaba que escribía historias en una aplicación, reíamos y la pasábamos muy bien juntos. Cuando cumplió dieciocho años, lo reclutaron para la Gran Guerra, luego de eso no lo vi más.

Hasta que la Gran Guerra terminó, al menos, él tenía veintidós, fuimos con papá al campamento base a buscarlo. Recuerdo que papá lo abrazó por unos minutos, nadie dijo nada. Papá le dijo si quería ir a algún lugar en especial, Harry simplemente negó.

No habló durante todo el viaje, cuando llegamos acá, encontramos a mamá cocinando galletas, ella siempre que yo me siento triste me hace galletas. Bajamos del auto, Harry se acercó a mamá y la abrazó, ocultó el rostro en su hombro y lloró.

Él nunca me saludó.

Esa fue la última vez que lo vi, hace dos años.

Y aquí estamos, a veces es incómodo, al menos para mí, parecemos desconocidos.

Aunque eso no va a ser impedimento para mí, voy a estar un maldito año metido aquí, me prometo a mi mismo que voy a cambiar su actitud. O al menos voy a intentar que se vuelva más conversador.

Si no lo logro me tiro por la ventana, primer aviso.

•🍃•

Miro mi plato sin ninguna expresión en mi rostro, siento que mi estómago gruñe. Una milanesa de soja y tres rodajas de tomate. Solo eso.

Miro a Harry y descubro que me está observando, tiene las mejillas levemente ruborizadas. Adorable.

Vuelvo a mirar mi plato, para cortar un tomate y comer. Siento que voy a pasar mucha hambre de aquí hasta la merienda.

año sabático Donde viven las historias. Descúbrelo ahora