EGOISMO

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La cháchara de los dioses era cada vez más aturdidora, como si se pelearan por ver quién prevalecería, sin embargo una vez que todas las noticias fueron relatadas con gran detalle, las voces se fueron apagando, mientras las expresiones de los dioses permanecían impasibles, hasta que ya nadie profirió palabra alguna. Atenea, todavía sin romper el silencio, observó a su alrededor, casi todos lucían conmocionados, unos pocos parecían ignorar la gravedad de lo ocurrido, finalmente luego de unos minutos se levantó de su asiento, ganándose la atención de los olímpicos, aunque a decir verdad, cualquier exabrupto hubiera tenido el mismo efecto.

—Es apropiado compartir con ustedes los descubrimientos que me han sido revelados, tal vez y espero que no tengan relación con los hechos mencionados, pero no podría estar tranquila si no lo expongo ahora. Cuando acudí al Ara, pude apreciar un escrito antiguo, no fue hasta hace poco que me decidí a leerlo, el mismo vincula las diferentes expresiones del caos con una deidad primordial, Érebo, cuya venida a nuestro mundo podría implicar una gran destrucción. No creo que los sucedido estas últimas horas haya sido incidental, en cualquier caso pueden corroborar lo que les digo y ver ustedes mismos lo inquietante del libro, casi como una premonición de lo que está ocurriendo —muchos de los olímpicos la miraban confundidos, no le sorprendería que todo su discurso les sonara muy fantasioso, sin embargo, y aun si era cuestionable, no podía exponerse.

—Han habido otros períodos complicados, que no han devenido un futuro apocalíptico... tal vez hay una explicación más mundana para esto —respondió finalmente Deméter con la intención de aplacar el nuevo coro de murmullos que la otra diosa había desencadenado.

—En esto debo apoyar a la diosa de la sabiduría, esta mañana, al oír las noticias, usé el don de la profecía para hallar alguna respuesta que pudiera sernos de utilidad, sin embargo muchas cosas permanecieron veladas, puedo afirmar que algún tipo de magia me impide llegar al fondo de la situación —por un brevísimo instante Apolo y Afrodita cruzaron miradas.

—Además, no hay una razón clara, a todos los Olímpicos nos ha tomado por sorpresa y ninguno ha tenido participación en nada... podría llegar a pensar que un grupo de hititas atacaran a los egipcios sin nuestra intervención o incluso sin nuestro conocimiento, pero la batalla que se está librando podría ser de las más grandes que hemos visto, es raro que los dioses de la guerra ni siquiera se hayan percatado, por otro lado hasta con tu conexión con la tierra —comentó Hades ahora dirigiéndose a Deméter —, te has enterado del terremoto luego de que ocurriera. Sobre el último hecho, si bien no ha sido tan devastador, nos debe parecer alarmante, ¿que tipo de monstruosidad es capaz de petrificar a los humanos? —la diosa de la sabiduría sintió un escozor recorrerla de pies a cabeza —, desde lo ocurrido en la guerra de Troya  intentamos intervenir poco o nada en los asuntos de los mortales, y cuando lo hacemos no nos presentamos en nuestras formas verdaderas, y desde luego no usamos nuestras habilidades como nos place, o al menos esa es la idea, pero alguien claramente está atentando contra este acuerdo de paz que le ofrecimos a los hombres en el inicio del reinado de Zeus. Por mi parte no me quedaré de brazos cruzados frente a esta situación, si hubieran visto la cantidad de almas que ingresaron al Hades, estarían tan irritados como yo.

Atenea tenía la certeza de que al menos Hera, Zeus y Hades sabrían de que ella había usado la caja de almas, se alegraba de que no hubieran mencionado el asunto, en definitiva había procedido mal, debería haber informado que algo había salido del Tártaro, para que se dispusiera la gestión de la caja. Por otro lado no muchos conocían su vínculo con Medusa, tal vez su talón de Aquiles serían los cíclopes, pero lo veía muy lejano, puesto que no tenían una relación fluida con las deidades del Olimpo.

Sin llegar a nada verdaderamente contundente, el dios de dioses había dado por finalizada la asamblea, invitando a sus participantes a tener cuidado. Por el momento lo más prudente sería no vincularse demasiado con el dios de la profecía, nunca habían sido cercanos, por lo que pretendería que eso no había cambiado repentinamente. Apolo parecía haber entendido las intenciones de la diosa a la perfección, además Ares también parecía atento a sus planes.

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