Duodécimo Capítulo.El rescate menos esperado.

143 11 0
                                        

- ¿Seth? —jadeé con los ojos abiertos. Joder. El dios sonrió y comenzó a caminar con lentitud.

- Al principio no creía tu historia, al parecer los licántropos dijeron la verdad, bueno, uno de ellos porque los otros murieron por ti. Pero ahora que lo veo...no pareces para nada peligrosa.

¿Disculpa? ¿Quién se creía este idiota? ¡Obvio que era peligrosa! ¡Siempre lo fui! Entrecerré los ojos y apreté los labios.

- Eres tierna...pero ahora vamos a lo serio... ¿en serio piensan que tú eres la salvación? —preguntó burlón y luego comenzó a reírse- perdón pero es muy gracioso...Bast de verdad está loca...

- ¿Y quién te crees que eres? ¿El máster de los dioses? Solo eres un imbécil lunático por el poder —escupí enojada- y nunca lo tendrás ¿entiendes? Así que mejor vete a comer una salchicha y a leer un libro ¡Y deja de joder! 

No demostré estar asustada cuando los ojos de Seth se volvieron rojos como el fuego mientras lo insultaba; solo buscaba la manera de salir de ésta viva, y entera. 

- Tienes la lengua larga... ¿cómo te soportan?

- La verdad no lo sé, Anubis hace todo lo posible para no matarme...y hablando de Anubis, te pareces mucho a él —comenté distraída, mirándolo detalladamente.

- ¿No será que él se parece a mí?

Me encogí de hombros quitándole importancia, no sabía toda la historia de Seth.

- ¿Eres un perro?

Seth gruñó. Sí, sí lo era al parecer.

- ¿Cómo puedes estar con ellos? Te matarán...o yo lo haré. Pero soy muy piadoso —repuso sonriente y misterioso- te propongo que te unas a mí y te garantizaré la vida. Serás como una hija para mí, no dejaré que te hagan daño.

- No gracias, no soy del equipo malo.

- ¿Eso crees? Ellos no son buenos, nadie lo es. Te usan como a un títere y ni siquiera les va a importar si mueres.

Me quedé callada mientras retrocedía poco a poco porque él se acercaba cada vez más. 

- Ven conmigo, y te daré lo que más aprecias...una vida normal.

Quedé petrificada en el suelo, pensando lo que me ofrecía...nada malo; una oferta muy tentadora. 

- Esta no es tu guerra, Alice —canturreaba Seth con voz melosa mientras yo seguía asimilando sus palabras- Solo eres un juguete de los dioses.

- No...

- Solo lograrás que te maten de nuevo. Únete a mí.

- ¡No!

- Niña tonta —suspiró Seth mientras negaba con la cabeza- ahora tendré que matarte...

- Ni siquiera te atrevas —gruñó alguien desde la oscuridad y Anubis cayó del cielo frente a mí; como un ángel perruno, aterrizando de una forma tan espectacular. Seth pareció sorprendido al principio, pero luego comenzó a reírse aireadamente.

- ¡Oh! ¡Qué tierno! ¡Anubis llega a salvar a la doncella!

- ¿Qué haces aquí, Anubis? —mascullé alterada y a la vez contenta. Él se giró a mí furioso sin darle la espalda a Seth.

- Te pregunto lo mismo —siseó- eres una idiota.

- Ahora será mucho más divertido —siguió Seth. Anubis se volvió a él- hacía tiempo que quería jugar con mi hijo. 

- No soy tú hijo —masculló Anubis. Abrí los ojos pasmada ¿Anubis? ¿Hijo de Seth? Ahora tenía sentido el parecido...mierda, Anubis tenía a un lunático como padre. De ahí venía su malhumor- eres despreciable.

The Last Warrior- La Última Guerrera. Alice De Niro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora