Quería salir corriendo pero eso no era una opción, debía demostrarle a Anubis que no me asustaba estar en "su casa". De reojo vi que él intentaba simular una sonrisa burlona. La enorme sala era oscura y parecía estar llena de algún tipo de niebla o humo grisáceo que formaban formas espeluznantes en toda la recámara, en las paredes siniestras estaban dibujadas con figuras anómalas vagamente familiar...
- ¿El libro de los muertos, en la pared?
- Sí, fue idea mía ¿te gusta?
Me encogí de hombros, gustar no era la palabra exacta en la que estaba pensando; Anubis comenzó a desplazarse entre la niebla que se arremolinaba sobre su esbelta figura, lo seguí. La luz aquí era tenue y provenía de unas antorchas flameantes de color verdoso, el suelo no era ni roca ni cerámica...era como humo denso y sólido que al pisar no producía sonido alguno, y no había techo al parecer porque no se podía ver. Era una sala fantasmal. Y me encantaba, tanto como me asustaba.
Anubis aminoró el paso porque me estaba quedando atrás y cuando logré alcanzarlo le pregunté:
- ¿No hay fila? Pensé que habría fantasmas esperándote.
Él sonrió de lado.
- No los viernes, son los únicos días libres que no juzgamos a las almas, por así decir. Además, yo estoy trabajando en otra cosa, ya sabes, en tu formación para la batalla. Es como unas vacaciones, pero sin descanso –terminó borrando su sonrisa y pareciendo más serio que nunca. La luz de este lugar le daba un aspecto más sombrío que lo normal- si no fuera por ti estaría...estaría tranquilo en mi guarida.
- Tranquilo, que falta poco para que me muera y de ahí podrás tener tus vacaciones tranquilo...mmm no, creo que no porque tendrás que traerme aquí y seguramente me quedaré a tu lado para siempre.
- Ay, no, no te mueras, te lo suplico –repuso burlón y luego a frente nuestro apareció una inmensa... ¿balanza de oro? Medía unos cinco metros más o menos de altura que brillaba al pesar de la poca iluminación del lugar.
- ¿Esa es la famosa balanza? –pregunté sin emoción.
- ¿Qué? ¿Esperabas algo más? Es una balanza, no una máquina de helado fantasmal.
Sonreí, el perro si sabía hacer chistes, malos pero al menos era algo. Miré con más detenimiento a la balanza.
- ¿Cómo haces para llegar allí? Es muy alto. ¿Acaso usan el Wingardium Leviosa?
- ¿Qué? ¿Qué es eso?
- Ya muggle, no importa.
Anubis entrecerró los ojos hacia mí y luego se puso a mi lado mirando la balanza.
- Recuerda que ésta es solo la forma humana, nosotros medimos más.
- Muéstrame.
- Ni lo pienses, no podemos mostrar nuestra forma real, ya te lo dije.
- Anubis...Porfis.
- No.
- Dale, perro.
- Lo verás cuando mueras –replicó él y luego se calló- perdón, no quise decir eso.
- Lo hiciste. Pero no te preocupes, total, es algo natural ¿no? No soy inmortal.
Él me miró por unos segundos, con una mirada que nunca le había visto mirar: una mezcla de temor, pena y cariño.
- El alma es inmortal, el cuerpo no –dijo él sombrío- no le temas a la muerte.
- No te tengo miedo.
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The Last Warrior- La Última Guerrera. Alice De Niro.
FantasiaSinopsis: Alice De Niro es una adolescente de 17 años. Quien falleció en un accidente escolar y a lo pocos minutos revivió...distinta a como era. Ahora tiene habilidades, de gatos. La diosa Bast le devolvió la vida, pero no por caridad. Los dioses...