✦𝟎𝟒⟡

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El día de ahora no fue más que enseñarme las instalaciones de la guardería. Henry nunca fue a verme. Sin embargo, un chico encargado de la seguridad me ayudo con eso. Fue muy amable y gentil al ayudarme con aquello, pues nadie le había dicho que lo hicieran. Él había mencionado que esto le ayudaba a verificar que todo estaba en orden y que no fuera ser que había algo de más o faltara algo.

Aunque el chico había mencionado también, que el recinto no estaba silencioso o vacío como aparentaba. Había animatrónicos que hacían del lugar más cálido y alegré; dichos animatrónicos, tienen tecnología avanzada y son muy amigables con toda persona. No tuve la oportunidad de conocer ese dato, porque el chico dijo que estaban en su fase de descanso aún.

Por otro lado, la guardería estaba muy bonita. Enorme y muy iluminada, se notaba de lejos que era una guardería. Tenía un castillo donde dijo Max (así se llama el guardia de seguridad) que descansaban un tal Sundrop y Moondrop.

También mencionó que los dos son encargados de cuidar a los pequeños, pero como son tantos necesitaban ayuda, pues se sobrecargaba el pobre animatrónico con tantos archivos de reconocimiento y cuidados especiales.

«Sun ha tenido varios cortocircuitos, y desde entonces Moon no ha podido lograr tocar su caja de música» dijo Max.

Ahora me encontraba en casa con unos archivos y expedientes de todos los niños que cuidan ahí. Logré contar 48 niños.

⸻Pobre Sun. No debe ser nada fácil cuidar tantos niños...

Nunca pude enseñarles a tantos niños. Pues con mi empleo de niñera, lo máximo que pude dar a enseñar a niños ha sido de tres. No más.

Mi pasión por los niños es enorme. Son seres muy inocentes y llenos de curiosidad, unos angelitos en todo sentido; cuando era más joven solía a ir a varías guarderías como voluntaria para cuidar de los pequeños. Mamá me decía que tenía espíritu para ser madre. Pero sinceramente no me siento lista para hijos, son mucha responsabilidad y necesitan tiempo de 24/7. Solo con 11 horas de cuidar de niños me siento mejor que cuidarlos las 24 horas del día.

Y comencé a dividir los expedientes de los 48 niños. Y para hacerlo más fácil, dividí a los niños en grupos de tres con 16 niños cada grupo. Así nos será más fácil prestar atención a todos, y cuidarlos y enseñarles a todos por igual.

Estaba satisfecha con mi idea, la cosa sería decirle a Henry y que acepte mi plan. Tampoco sé si la otra maestra querrá hacer aquello. Pueda que su modo de enseñar sea completamente diferente al mío. Y no la culpo, cada persona enseña cómo le parezca más efectiva.

Y de repente la puerta de la habitación fue abierta por Ethan.

No le hice mucho caso cuando entró a la habitación para cambiarse. Pero se le veía dolido. Lo estaba observando de reojo, miraba como sacaba su ropa con lentitud y torpeza. Se notaba a kilómetros que quería hablar conmigo, pero yo, al aplicarle la ley del hielo se le estaba complicando de sobremanera. Y no lo culpo, a mí también me costaba hablar con él, pues nunca habíamos tenido una pelea tan grande.

Desvíe la mirada y comencé a ordenar los papeles tal cual me los han dado. Tenía un plan para crear los grupos, pero por si acaso ya tenía la lista de los niños que estuvieran en mi grupo.

Ethan se quedó un rato parado en medio de la habitación mientras que yo me hacía la concentrada en uno de los papeles. Sabía perfectamente que estaba teniendo una pelea interna por hablarme o no, pero creo que la pelea la ganó su conciencia, pues ni siquiera se dignó a voltearme a ver. Aunque lo miraba de soslayo se le veía muy arrepentido.

«No me gusta estar peleada con él. Pero espero le sirva como una reflexión».

Él ha sido un buen amigo y me ha apoyado de una manera inimaginable, pero sus emociones son su mayor enemigo. Nunca piensa con la cabeza, se deja influenciar por sus estúpidas emociones; salió de la habitación con la mirada vacía y perdida.

Estrella de ambos °𝐒𝐮𝐧 𝐲 𝐌𝐨𝐨𝐧 𝐱 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫𝐚* Security BreachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora