02. El caos en Grimmauld place

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El caos en Grimmauld place

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El caos en Grimmauld place.

Había un silencio sepulcral en la vieja casa de los Black

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Había un silencio sepulcral en la vieja casa de los Black.

Nadie se atrevía a decir que la vibra en aquella vieja casona era más pesada que cualquier mazmorra de Hogwarts. Podían sentir la presencia de maleficios, criaturas y magia oscura en cada pasillo que recorrían con aquella fingida valentía que caracterizaba a muchos Gryffindor.

Cuando los Weasley volvieron de Hogwarts y no se quedaron por mucho en La madriguera les preocupó que las cosas se pusieran más feas de lo que ya estaban.

Pensaron que la muerte de Cedric no les afectaría mucho, no eran cercanos de cualquier modo, tenía tan solo un año que lo conocían de más de un saludo con la cabeza, pero George y Fred sentían un vacío extraño en el pecho. Cedric no había sido cercano a ellos. No se llevaban muy bien antes de aquel año, pero resultó que no les caía mal después de todo. Era un muchacho amable, comprensivo y respetuoso, incluso a veces era gracioso y estaba siempre dispuesto a ayudar.

Su muerte los dejó algo aturdidos, igual que a todo el mundo. No les había dolido tanto como a sus amigos cercanos, pero les había provocado un sentimiento que no querían volver vivir.

Sintieron un poco de remordimiento cuando Harry les dio como regalo los mil galeones que debieron ser para el Hufflepuff. Lo había rechazado al principio, por respeto a la memoria de Cedric, por respeto a sus padres y por respeto a los Ross. No sabían si se lo tomarían bien, pero Harry les dijo que el señor y la señora Diggory lo habían rechazado y que él tampoco los quería.

Así que los tomaron y acordaron hablar con Alec y Alanys de qué harían con el dinero.

Luego vino la felicidad, porque, aunque no lo quisieran, ese dinero les daba muchísimas posibilidades para la tienda. Les abría un 98% de posibilidades para poner su tienda en cuanto terminaran el colegio, sin contar sus ahorros previos.

Ante su ausencia, era probable que los Ross no se tomaran a mal lo del dinero, después de todo nadie más lo quería y ellos le darían un buen uso. Cedric sabía que ellos tenían un sueño, no se molestaría, donde quiera que estuviese.

Strong ; Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora