18. Para no volver

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Para no volver

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Para no volver.

ADVERTENCIA: menciones a la muerte.

ADVERTENCIA: menciones a la muerte

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Nunca sabes cuando será la última vez que mirarás a alguien a los ojos, escucharás su risa y tendrás su presencia entre tus brazos oliendo su esencia con la sensación de que todo está bien. 

Todo el mundo comete el error de dar por hecho que habrá una vez más. 

Creemos fielmente que el destino está a nuestro favor y que nos permitirá encontrarnos de nuevo con alguien que amamos sin agradecer volver a verle el rostro.

Y luego te das cuenta de que apostaste un juego de azar toda tu vida, esperando obtener siempre buenos resultados para ti...

A nadie le gusta despedirse, así que no lo hacen por miedo a que sea la última vez.

¿Pero qué pasa cuando la vida te quita la oportunidad de decir adiós?

Parecía que el 24 de junio había llegado justo después del día que bailaban y cantaban en la sala común de Hufflepuff, como el haz de luz que te atraviesa las pupilas cuando abres los ojos por la mañana. La última prueba tocó la puerta con un extraño mal presentimiento en la boca de todos. Había un montón de emociones encontradas aquella mañana en la que Cedric recibía más apoyo de lo normal.

Los estudiantes hacían muchísimo ruido en el gran comedor, la mesa de Gryffindor y Hufflepuff eran un escándalo, no se iban a quedar atrás apoyando a sus respectivos campeones. Cedric les prometió que desayunaría con sus amigos todos los días como normalmente, incluso el día de la última prueba, en la que la mesa de Hufflepuff estaba vuelta loca por saludar al castaño.

Entonces Alec entró con Aidan pisándole los talones a sentarse en la mesa de Ravenclaw. El pelinegro llevaba en las manos el periódico, el cual apretaba con fuerza, llevaba puesto un overol de mezclilla con una camiseta amarilla de manga larga. Lucía demasiado tierno con el cabello revuelto como para estar enojado y tener cara de asesino.

Strong ; Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora