❝𝐀𝐋𝐀𝐍𝐘𝐒 𝐑𝐎𝐒𝐒 pasó toda su vida tratando de demostrar lo fuerte y capaz que era para cualquier tarea. No fue hasta que comenzaron a sucederle eventos que no podía mantener bajo su control que todo lo que había construido se derrumbó.
𝐅𝐑𝐄...
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Estrés de diciembre.
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La noticia del baile de navidad ya era una sensación entre todos los estudiantes tanto locales como extranjeros. Las chicas se encontraban emocionadas por lucir un hermoso vestido largo y bailar toda la noche con el muchacho de sus sueños. Para los jóvenes era la oportunidad perfecta para invitar a la persona que les gustaba y pasar una noche juntos. Era de entenderse, pues esa clase de eventos no se acostumbraban en Hogwarts, a menos que fueran para celebrar cuando una generación salía del colegio y era solo para los de último año.
Para cierta pelinegra de apellido Ross, el baile significaba estrés, dolor en los pies y pasos de baile muy malos. Si bien tenía muchas habilidades que la hacían una persona muy competente, bailar era una de las cosas por las que su hermano se destacaba mil veces más además de cocinar y hacer chistes cada dos minutos.
Otra razón que la estresaba era que nunca había tenido que sentarse a esperar a que un chico la invitara, nunca había tenido que esperar por un chico, porque no había chicos. Había chicos en los libros, muchos, pero nunca uno de carne y hueso.
Pero para su fortuna —o no— en aquel preciso momento, había alguien con quien quería ir al baile. Sin embargo, no le veía mucho interés en ir. Jean-Claude se había mostrado preocupado al enterarse de la noticia del baile de navidad, cualquiera hubiera dicho que la odió.
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