❝𝐀𝐋𝐀𝐍𝐘𝐒 𝐑𝐎𝐒𝐒 pasó toda su vida tratando de demostrar lo fuerte y capaz que era para cualquier tarea. No fue hasta que comenzaron a sucederle eventos que no podía mantener bajo su control que todo lo que había construido se derrumbó.
𝐅𝐑𝐄...
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¿Adónde van los corazones rotos?
ADVERTENCIA: Este capítulo contiene mención a palabras de índole homofóbico, lenguaje sexual y violencia.
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Foxy nunca había experimentado una sensación similar al amor hacia alguien en un contexto distinto al de la amistad. Amaba a Lottie como a su mejor amiga, a Cedric como a su mejor amigo y a Alec como a un hermano. Pero nunca había sentido ese tipo de amor por alguien más.
La sensación de hacer cosas por primera vez con alguien era especial. Después de eso, no podría contar ninguna experiencia similar sin recordar el nombre de esa persona. No podría decir que se enamoró por primera vez sin decir de quién lo había hecho. Ni pensar en eso sin que los recuerdos le invadieran la cabeza.
Esa era la parte más difícil, porque dentro de poco tendría que dejarlo ir.
Y se estaba dando cuenta de que no estaba lista para eso...
Jean-Claude había sido su primer amor, su primer novio y su primera vez en muchos aspectos.
El moreno era el novio perfecto. Estaba segura de que muchas personas matarían por tener a alguien como él a su lado, pues era todo lo que podía desearse. Era atento, respetuoso y la quería muchísimo.
La única cosa que en algún momento le había llegado a molestar era que la veía como si debiera cuidarla.
Él quería cuidar de ella y alejarla de todos los males.
Ella quería pelear sus propias batallas y tener sus propias cicatrices.
Luego de lo que pasó en el lago negro, el chico la había cuidado como si de una niña pequeña se tratara y solo la hacía sentir peor de lo ya se sentía. La molestia que sentía al recordar que no se había podido librar ella misma del peligro hacía que se cuestionara si de verdad podía con todo lo que quería a futuro.
No quería depender de un hombre que la ayudara toda la vida.
No quería deberle nada a nadie.
—¿Estás bien? —preguntó la voz matutina del francés abrazándola por detrás, entre las sábanas. Sintió su cálida piel contra su espalda y se dio la vuelta para abrazarlo.
