01. Luces cegadoras

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Luces cegadoras

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Luces cegadoras.

ADVERTENCIA: Consumo de alcohol en menores de edad.

Se mantienen las advertencias dadas al principio del fic. 

Los colores resplandecientes la hacían sentir aturdida y desorientada

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Los colores resplandecientes la hacían sentir aturdida y desorientada. No sabía si era el alcohol que estaba consumiendo, el cansancio o el montón de luces parpadeando a su alrededor que no la dejaban centrar su atención en un sitio en específico.

Las luces del club la cegaban, pero no era algo que odiara.

No sentía dolor. La sensación de quemazón en la garganta cuando se pasó el octavo shot resultaba placentera hasta cierto punto y aunque estaba mareada, su cuerpo seguía pidiendo por más de ese sentimiento de despreocupación y adormecimiento.

A su lado observó al muchacho asiático empinándose el pequeño vasito de tequila al que él le llamaba "caballito" aunque no tenía forma de nada que pareciera un caballo. Del otro lado estaba Alec, tratando de ligarse al chico de la barra para que no le cobrara la botella que acababa de beberse él solo en menos de quince minutos. El pelinegro estaba ebrio, pero como siempre las copas apenas se le notaban.

—Vamos a bailar —pidió el joven a su lado, tomándola de la mano y llevándola a la pista de baile.

Las chicas en el club miraban a Grayson como si se lo quisieran devorar ahí mismo y habían pasado toda la noche tratando de atraer su atención, pero estaba comprometido con su papel de vigilante de los gemelos, así que no se despegó ni un momento de ella mientras estaban ahí dentro.

El ritmo de la música era tan pegajoso que le parecía una grosería decirle que no era del tipo de chicas que bailaban, era tan diferente a cómo se había estado sintiendo las últimas semanas que necesitaba más de eso, quería estar ahí siempre. En sus oídos solo se escuchaba «The rhythm of the night», sus ojos estaban cegados por las luces y por el chico que tenía en frente, que parecía esculpido con un cincel.

Pero un segundo después el sonido glorioso de la música fue reemplazado por un zumbido que la mareó. En un abrir y cerrar de ojos estaba inclinada en el basurero de la parte de atrás del club, vomitando un líquido que le quemaba la garganta y hacía que un sudor frío le recorriera la frente.

Strong ; Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora