Un ruido ensordecedor, resuena en la piscina; tan fuerte para poder sentirlo debajo del agua. Salgo, y me quito el agua de los ojos, viendo a todo mi alrededor, para localizar aquel sonido persistente.
-¡Mocosos estúpidos! ¡Vayan a abrazarse dentro de su casa!- era el vecino de Owdrie. Un señor que no pasaba de los 45 años. Un moreno corpulento, que se encontraba desde su ventana, dando balazos al aire en dirección nuestra. Alisha, apaga el estéreo, y todos empiezan a correr dentro de la casa.
-Vamos, linda-escucho la voz de Jerry en mi frente, mientras me extiende la mano. Su voz, ahora suena diferente. El cambio de música, a balazos, hace que mi cerebro se confunda por un momento. Tomo la mano de mi amigo, y por detrás, Callum alza mis caderas para que pueda salir de la piscina con más facilidad. Este gesto me incomoda, pero salgo eficaz de la piscina, cayendo en los brazos de mi amigo, que me cubre con la toalla.
-¡Viejo idiota! ¡Vamos a llamar a la policía!-le grita Jerry. Su voz fuerte, me hace perder un momento mi equilibrio. Ahora me siento mareada, y estoy segura que no es por el cambio de temperatura.
-¡Ustedes me valen! ¡Me importan son esos dos fenómenos que siguen en la piscina!-volteo indispuesta en dirección a la piscina, y todavía están Dustin y Naden, con su dignidad por delante, abrazados en la piscina
-¡Váyase al infierno!-le grita Owdrie - ¡Si vuelve a disparar en dirección a esta casa, juro que voy a hacer que sus últimos días los pase en una celda!
-Vamos chicos- les dice Callum a nuestros amigos. Ellos, tomados de las manos, salen de la piscina y se meten en la casa. Callum me rodea con un brazo, y yo recuesto mi cabeza en su hombro, cerrando los mientras sigo sus paso.
-¡Zorras baratas!-grita el tipo. Un mal gesto con las manos sale de Owdrie, y con una patada cierra la puerta del patio.
Ahora la fiesta estaba dañada. O eso simplemente es lo que había dejado a entender la cara de preocupación de todos los chicos. Naden estaba llorando en la esquina de la sala, mientras Dustin lo consolaba. Alisha, Ellen y Owdrie, hablaban de lo ocurrido, mientras Jerry, Cristopher y Thomas-otros de nuestros compañeros-hablaban del partido que iban a enfrentar próximamente nuestros equipos.
Yo solo pensaba en cómo se sentía tener una inclinación sexual, hacia tu mismo sexo, y hasta en una casa de familia ser discriminado. En realidad, siempre me gustaron los chicos, pero para nuestros amigos, esto era diferente y complicado.
Empezaron a aparecer, recuerdos de Adam en mi cabeza. Sus ojos oscuros, iluminados con las luces de los autos. Su pelo negro que hacía juego con la noche. Hacía más o menos, 40 minutos, que lo había conocido y que en cinco de todo este tiempo, había logrado encontrar cosas de mi que nadie conoce a simple vista.
-¿En qué tanto piensas Clary?-me susurra Callum. Yo volteo un minuto, y me quedo viendo sus ojos para descifrar lo que piensa, al igual que mi nuevo y misterioso amigo. La diferencia es que él puede y yo no.
-¿Cuándo empezaste a decirme Clary?-cambie de tema rápido, gracias a la duda que tenía hace rato.
-Pensé que te gustaba que te dijeran así.
-Claro que me gusta. Lo que me extraña, es que tú me lo estés diciendo. -nos miramos un segundo más y el aparta la mirada de mi.
-Te veo como una hermanita es todo- y mi pequeña luz de esperanza, en creer que Callum Edwars de fijaría en mí, solo fue una llama que se apagó con el rose del primer ventarrón que paso por mi cara. Bajo la cabeza, y volteo. Ahora que lo pienso, ayer cuando hable con Owdrie, no iba a presentarme a Callum, solo quería que me hiciera más amiga de él y lo estaba consiguiendo.
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Amado Y Perseguido ©
Teen FictionClaire es una chica con pocos amigos, reservada y con el sueño de encontrar a un chico, verdaderamente merecedor de su primer amor. A sus 17 años, nunca a tenido una experiencia amorosa, y su hermano, el chico mas candente y popular de la escuela, s...