10. Nada en mi.

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Estábamos en el hospital.

-¿Porque me trajiste aquí?-le hable fuerte a mi hermano.
-Mi abuela sufrió un accidente. Le dio un infarto mientras manejaba. Me llamaron hace una hora, y tuve que esperarte.

Lo dijo tan rápido que que no pude procesarlo al mismo ritmo que el.

"Accidente" "Infarto" estas palabras me sonaban raras, y mas si estaban en una misma oración en donde estuviera mi abuela.

Todo se detuvo. Solo sentí que me maree y me senté en una silla, sin aire. Me tome la cabeza para no dejarla caer hacia adelante. Empece a jadear y volví a procesarlo todo.

Mi abuela sufrió un accidente, por causa de un infarto.

Mi corazón se comprimió, y sentí como todo dentro de mise destrozaba. Como todo por lo que salía adelante, estaba muriéndose en una camilla. La vista se me volvió borrosa, e intentando respirar, las lagrimas fluyeron. Cada una era de dolor y desesperación.

Mi hermano me abrazo y me tuvo en sus brazos un momento. Mas tristeza me daba. Mas nostalgia me llenaba.

Respire un poco y le dije a mi hermano, que me llevara a donde estaba mi abuela. Empece a caminar a su ritmo, todo se volvía mas confuso. Estaba demasiado comprimida para caminar.

Todo seguía lento. El mundo se estaba deteniendo a mi alrededor.

Mi hermano gritaba, y me jalaba de los brazos. Miraba hacia un lado, así que hice lo mismo que el. Todo tan lento, todo tan silencioso.

Vi a mi abuela, saltando gracias a las descargas eléctricas que le propagaba una maquina, haciendo que su corazón volviera a funcionar.

Cuando todo volvió a su mismo ritmo, yo fui la que caí en silencio

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-Mm...¿Debe estar bien no?
-Pues se ve mejor que siempre.
-No es gracioso.
-Dale un beso a ver si funciona.
-Claro que no. Tu dices que no es gracioso y mira...
-Se ve muy pálida...

Las voces de tres chicos se me hacían conocidas. Una luz en toda mi cara, fue lo primero que pude notar cuando me levante. Estaba húmeda la frente y olía a alcohol. Estaba un poco sonsa. Me sentía normal. Hasta que recordé todo, y la tristeza me invadió de nuevo.

Volvía a sentirme sin nada. Y así mismo, volví a caer en un mar de llanto.

Owdrie estaba a mi derecha. Jerry junto a ella y al lado derecho Steve.

Steve me volvió a abrazar.

-Muy sentimental-susurro para los tres.
-No es grave, Clary. Tranquila-me dijo Jerry poniendo su mano en mi espalda. Me senté en la camilla en donde me encontraba.
-Yo..siento que me estoy muriendo. Me estoy consumiendo de los nervios, de la tristeza de la angustia. -todavía dejaba que mis lagrimas cayeran-¿Que paso?
-Te desmayaste linda.-contestó Owdrie-¿Como has estado?
-Como crees tu-le respondió Jerry
-¿Como están aquí?-pregunte
-Me tome el atrevimiento de llamarlos a los dos. Son tus mejores amigos-me respondió Steve.
-Gracias-trate de sonreír, pero era imposible.
-Bueno. Vayan a tomar o algo. Tengo que hablar con la bella durmiente- les dijo Owdrie a los chicos.
-Pues bueno. ¿Un café?-invito Jerry a mi hermano.
-Acepto- y se fueron.
-Lo siento-me dijo Owdrie.
-No te preocupes. Es mi asunto- le dije.
-Tengo que decirte algo.
-Nada puede ser peor que esto- la invite para que prosiguiera.
-Le avise a Adam y a Callum.
-Callum. Normal. ¿Como sabes que Adam y yo..?
-También me tome el atrevimiento de sacar tu celular, ver contactos y encontrarme con el teléfono del chico sexy. Hable con el un rato y me contó todo. Y en ese momento recibí una llamada de tu hermano y...le conté. Perdón- hablo irónica. Sentí una felicidad pequeña dentro de mi, que apago la decepción un poco después.

A lo mejor venia con su novia.

-Gracias. Pero no era necesario-ella borro su sonrisa irónica y se puso seria.
-Bueno. Te dejo. Voy con los chicos-se despidió sin esperar respuesta.

Me quite un poco de algodón con alcohol que tenía en la frente. Me levante de la camilla y le dije a la enfermera que me sentía mejor.

Entonces me fui a las sillas de la sala de espera a llorar un rato. No debo especificar mas como me sentía. Solo, era pésimo.

-Clary-la voz conocimos de Adam me hizo ver hacia arriba. Su preocupación estaba siendo reflejada en el rostro.

Verlo ahí, me hizo llorar mucho mas fuerte y levantarme.

Caí en sus brazos destrozada y el no me dejo caer.

Me sostuvo levantándome y rodeándome para tenerme más firme.

-Ya se todo. Calma-pero seguía llorando. Sus palabras podía hacerme reaccionar un poco pero, nada en este momento podía calmarme. Absolutamente nada.

Me dejo sentada en la silla y volvió con dos cafés calientes. Lo tome de inmediato y empece a beberlo sintiendo el ardor en mi boca y garganta.

-¿Como estas ahora?-me pregunto cuando ya estaba mas calmada.
-Mejor.-le conteste mintiendo.
-Vamos...va a salir bien.
-No. No puedo confiarme solo en eso, Adam. Solo puedo confiar en lo que no se. En ladre ocupación que siento. Se que estas preocupado, Tal vez te duele que me sienta tan mal. Pero, este no es tu asunto. Y así suene grosero, deberías irte. Deberías dejarme sola.
-¿Porque haría eso?
-Porque sola eh vivido. Sola viviré y sola me siento-hable con la voz quebrada
-No deberías sentirte sola.
-No tengo madre ni padre. Murieron en un maldito accidente. Y mi abuela esta a punto de tener el mismo destino-mas lagrimas salieron de mis ojos.-Yo...lo siento. Me siento avergonzada. Destruida y...-sone mi nariz-No me veas. Soy fea...-me voltee un poco. Pero acaricio mi mejilla con una de sus manos.

Me atrajo hacia a el con la otra año y luego lo tenía tan cerca de mi, que sus ojos me hicieron olvidar un momento toda la tristeza.

Solo el, yo, y nuestros ojos encontrados.

Nuestro espacio.

Solo nosotros.

-No puedo dejar, que mi sol deje de brillar-me susurro, antes de abrazarme.

Amado Y Perseguido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora