Pasaban de la una de la mañana y Jeongyeon seguía trabajando. Se sentía enterrada en telas y más telas. Estaba demasiado agotada, sin embargo, no podía descansar, pues faltaban sólo dos días para el gran desfile.
Luego de unos minutos sus párpados comenzaron a pesarle. En un descuido se enterró una aguja en su dedo índice.
Soltó un gemido de dolor mientras se llevaba su dedo a la boca.Jimin también se encontraba en el taller. Él no tenía nada que hacer allí, pero sentía la necesidad de cuidar de su esposa mientras terminaba su labor, pues no la veía del todo bien.
En el momento en el que notó lo que ocurrió se levantó de su silla para buscar unas venditas en el botiquín.
— Dame tu mano — Se acercó a ella.
— No es necesario, esto pasa todo el tiempo.
— Sólo damela — Tomó con delicadeza la muñeca de la jóven mientras colocaba la vendita en su dedo índice — ¿Estás muy cansada?
— Un poco.
— ¿Necesitas ayuda con algo?
— Estoy bien. Gracias, Jimin.
Él se alejó para no molestar más, sin embargo volvió, unos minutos más tarde, con una pequeña taza de café para ella.
— Gracias — Jeongyeon le regaló una sonrisa que él devolvió.
Estuvieron en ese taller una hora más y luego volvieron al hotel. La azabache nisiquiera recordó el asunto de la habitación matrimonial. Simplemente se echó en la cama y en ese mísmo instante se durmió.
— Jeongyeon, no te cambiaste ni te quitaste los zapatos... Nisiquiera levantaste las sábanas — Protestó su esposo, quien ya había salido del baño, con su ropa de cama puesta. Pero no obtuvo ningúna respuesta de parte de la jóven, ella ya estaba sumida en un sueño muy profundo.
Jimin se acercó a ella dudando si era una buena idea ayudarla a cambiarse, sin embargo, no pudo hacerlo, sentía demasiada pena. Lo único que hizo fue quitarle su chaqueta y sus zapatos, luego la cargó y la movió para poder levantar las sábanas. Jeongyeon no sintió nada, parecía haberse desmayado.
Una vez estuvieron las mantas abajo, él volvió a cargarla para acomodarla en la cama y arroparla.
Se acostó a su lado, dándole la espalda, con la cara caliente y colorada.Luego de unos minutos, él también se quedó dormido, y volteó su cuerpo hacia Jeongyeon para abrazarla.
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Capaz esto no les importe mucho pero empecé la facultad (Estudio arte, estoy muy felíz pero cansada) y probablemente no pueda actualizar muy seguido pero lo voy a intentar :)