Las transparencias de Park Jimin.

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   Se escuchaban sus pasos resonar en el piso desde que ella se había encaminado a su universidad. Hacia el frente y luego hacia atrás, formando un óvalo que, si pasaba un minuto más, podría crear un pozo en el suelo.

   Jimin la estaba esperando. La culpa se había apoderado de él por los daños que causó en el trabajo final de Jeongyeon. Ella se presentaría con el vestido roto e intentaría explicar lo ocurrido sin afectar la imágen de su esposo, pero eran muy pocas las posibilidades de obtener una nueva oportunidad. Ella sabía que lo tenía dificil, sin embargo él esperaba que un milagro ocurriera y ella se graduara.

   Luego de unas horas, que parecieron una eternidad, el sonido de las llaves de la jóven abriendo la entrada se hicieron escuchar, y él inmediatamente detuvo su caminar expectante a todo. Su expresión era difícil de comprender, pues se veía completamente neutral. Él no esperó un segundo más para acercarse e invadirla con sus preguntas.

— ¿Qué es lo que te dijeron? ¿Te dejarán graduarte? ¿Qué dijeron del vestido? ¡Jeongyeon, lo lamento tanto! ¿Qué ocurrirá ahora?

— Si te calmas y me dejas hablar, te lo diré. — Ante sus palabras, el jóven se quedó en completo silencio esperando oír lo que tanto ansiaba. — Me darán un tiempo más para crear otro trabajo, no será la misma calificación pero si lo apruebo podré graduarme.

   Jimin estallaba de alivio, se sintió tan mal luego de su charla con Jeongyeon que pudo llorar de la culpa.

— Pero no será tan fácil para tí, Jimin. Destruiste mi trabajo, es doble esfuerzo para mí y la calificación no será igual. Tú me vas a ayudar con esto.

— Sí, sí, claro que sí, te ayudaré. Jamás he confeccionado nada antes pero puedo aprender y...

— No, tú no vas a acercarte a la pieza para eso. Tú serás mi modelo. Yo crearé otra prenda pero tú serás mi modelo y la lucirás en el desfile final.

— Bien, está bien. Si puedo ayudarte, lo haré.

— Lo harías de todas formas.

   Jeongyeon estaba molesta, y no lo dejaría pasar tan fácilmente. Ella quería su venganza, y la estaba planeando.

— ¿Estás segura de que esta es una buena pieza para un trabajo final?

— Entre tú y yo ¿quién sabe más de moda?

— Sólo digo que es algo extraño. — Jimin estaba de pié en el estudio de Jeongyeon con sus brazos y piernas extendidos mientras ella ajustaba los últimos detalles.

— Bien, está listo. Me entregarán mi nota al final del desfile. Los demás ya saben que pasaron pero, gracias a tí, yo lo descubriré mañana.

— ¡Lo lamento mucho!

   La pieza era simplemente algo muy singular. Jeongyeon se estaba arriesgando muchísimo al llevar algo de ese estilo. Era un traje para hombre, aunque transparente y decorado con brillos y algunos detalles que lo volvían único en su clase.

   La noche del desfile finalmente había llegado. En los vestidores podía olerse el estrés. Futuros diseñadores ajustando los trajes con las manos temblorosas y de vez en cuando pinchando a los modelos, gente corriendo de un lado al otro con cambios en su mano, buscando zapatos y maquillaje, era simplemente un lío.

   Ryujin se encontraba maquillando a Jimin con algunos brillos y piedras pequeñas en sus ojos al igual que las que habían puesto en su cabello peinado hacia atrás con anterioridad.

— Wow, tu traje es simplemente...particular.— Intentaba no soltar risas mientras pintaba sus labios.

— Sé que es extraño pero debe ser capricho de diseñadora.

— ¿Tú crées que ella se pueda graduar?

— Espero que sí. Digo, no es algo que yo usaría pero ella se ha esforzado tanto, al igual que con el vestido que arruiné. Lo merece.

— Quién te ha visto y quién te ve, Park. Un día la odias y al otro la amas.

— No la amo, lo sabes. Sigo queriendo a Hye, aunque ella no quiera saber de mí. — Su semblante cambió a uno triste. — Solamente admiro a Jeongyeon, ella ha trabajado mucho por esto, creo que lo merece.

— Ajá.

— ¡Ahí estás! — Jeongyeon se acercó corriendo. — Ya casi te toca ¿estás listo?

— Más que listo.

   Jimin simplemente salió y dió lo mejor de sí. El público era una obra de arte, se escucharon muchas risas y se tomaron muchas fotos que perdurarían en internet,  ya lo podía ver <<Las transparencias de Park Jimin>> pero en ese momento sólo le importaba Jeongyeon. Él no quería que la gente se burlase de su trabajo, o eso sintió hasta que la vió detrás de la pasarela. ¡Ella se estaba riendo de él!

— ¡Tú lo hiciste aproposito!

— Puede ser. — Continuó con su burla, pero fue tan contagiosa que él también terminó riendo.

— Está bien, lo merezco. — Aceptó. — Pero esto también puede afectarte a tí ¿y si no apruebas?

— Bueno, creo que...

— ¡Yoo! — Su maestra se acercó a ella. — ¡Esa pieza es simplemente increíble! Tú te has animado a presentar una visión tan particular y es algo realmente increíble. Te apruebo, ¡estás aprobada!¡Felicidades colega! — Dijo estrechando su mano para luego retirarse. 

Ella estaba anonadada, sólo se quedó en su lugar tratando de procesar todo lo que había pasado.

— ¡Aprobaste, Jeongyeon, aprobaste! — Jimin la sacó de su trance para abrazarla fuertemente.

   Ella había aprobado, su sueño se había cumplido. Era finalmente una diseñadora y estaba orgullosa de sus logros.

Marriage is a Farce. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora