Capítulo 1

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*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 1. Habita en mí

«19.23PM». El vehículo continuaba viajando hacia el norte a través una carretera infinita. A setecientos kilómetros de Shadowfell, Taehyung se encontraba sumergido en un periplo sin fin. Él apoyaba los codos en las rodillas, con las piernas flexionadas sobre el asiento de copiloto. Los minutos transcurrían inevitablemente y algo comenzaba a arder dentro de él. Su corazón iba rápido, notaba las punzadas de estrés en las sienes, una nebulosa de tensión que no sabía de donde salía se elevaba sobre su coronilla. Tal vez era por el shock de abandonar Shadowfell y el estado de Virginia. Quizá, por dejar atrás sus planes de vida o cualquier esperanza que jamás hubiera tenido. De en vez en cuando, cuando pestañeaba, podía ver una piedra rojiza y ardiente bajo los párpados. Al principio no oía nada, pero hacía al menos veinte minutos que creía estar confundiendo el ronroneo del motor con los murmullos susurrantes que esta liberaba.

Quería dejar de oírlo. Necesitaba librarse de ello, y del escalofrío que en ocasiones le causaba comprobar de medio lado al astuto compañero que manejaba le acompañaba. Él giró la cabeza, sus ojos se encontraron brevemente y Taehyung sintió un sobresalto.

¿El estrés? ¿La tensión? ¿Por qué de repente se sentía adrenalínico? Como si fuera capaz de saltar por la ventana de un coche en movimiento. Jungkook era Jungkook. Pero llevaba un rato creyendo que volvía a estar en un secuestro. Que él iba a hacerle daño. Y que Jungkook De Fiore tenía la culpa de todo su porvenir.

—Del uno al diez, puntúa tu estado ahora mismo —le oyó decir.

—N-No sé —titubeó Taehyung, sin mirarle.

—Di un número. Vamos —insistió el compañero.

Taehyung apretó los párpados, notó el aliento húmedo de un vampiro mordiéndole el cuello. Su mano sujetándole el cabello de la nuca mientras el agua se colaba en su boca y ojos. Volvió a abrir los ojos y liberó jadeo nervioso.

—¡Catorce! —escupió abruptamente.

—Nos detendremos en esa estación de servicio —Jungkook sonó imperturbable.

—No podemos...

—Ya lo creo que sí.

Al cabo de unos minutos, bajaron del coche y el humano se separó para ir al servicio. En el cuarto de baño, se mojó el rostro con agua del lavabo, se miró en el espejo, comprobando su rostro hundido. Tenía los ojos brillantes y rojizos, sus iris azules destacaban más. En las últimas horas, se había prohibido llorar, siquiera pensar sobre lo que estaba viviendo. Las manos todavía le temblaban cuando recordaba las últimas veinticuatro horas y todos aquellos sucesos.

Jungkook repostó gasolina mientras tanto, luego compró un par de sándwiches, una bolsa de patatas fritas, otra de barritas de chocolate con caramelo y dos latas de cerveza. Taehyung salió del cuarto baño, los dos abandonaron el sitio en compañía y se detuvieron afuera para tomar algo de aire fresco.

En todo eso, el pelinegro sacó una cerveza y se la entregó a Taehyung.

—Bebe.

—No me apetece beber ahora.

—Estás sobrecogido por tus sensaciones. Estar ebrio funcionará, créeme —dijo Jungkook relajadamente—. Yo lo hago.

Taehyung le miró de soslayo. Finalmente, tomó la cerveza de su mano, y a continuación tiró de la anilla y se llevó la bebida a los labios.

A Love You Will Live For [Vol. 2] Kookv & YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora