A Love You Will Live For [Vol. 2] Kookv & Yoonmin

Capítulo 6

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 6. El Clan de Brighton

Jimin sació todo su apetito, arrancó los dientes del cuello y se relamió como un buen felino. Yoongi se había encargado del otro. Un par de vampiros les encontraron más tarde tras el club, alternándose los cuerpos sin vida de aquellos hombres.

—Señor Leone, veo que se ha dado un festín —dijo un vampiro.

Yoongi se limpió las comisuras de la boca con la punta de la lengua y un sedoso pañuelo.

—Llevaos los cuerpos —solicitó, y miró a Jimin, quien escudriñaba con desconcierto al otro par de vampiros que habían irrumpido—. Y tú, te vienes conmigo.

Jimin no estaba en condiciones de negarse. Si bien había saciado su apetito, continuó con sus pasos y pasaron del lujoso club hombres para ir a otro lado. Al cabo de un rato, estaban en otra calle, en un pequeño pub del siglo donde servían copas de whiskey, hierba para pipa y cigarrillos. Ellos se sentaron en una barra, con el sonido de la mesa de billar al fondo.

—Esos tipos te han intentado matar, ¿y ahora me invitas a un whiskey?

—¿Prefieres un Valentine? —se mofó Yoongi con humor, sosteniendo su vaso de vidrio con elegancia.

Jimin chasqueó con la lengua, y fue a lo siguiente.

—Marcus tiene una cicatriz en el ojo. Por eso pensé que la verbena me dejaría ciego.

—Marcus fue esclavo en 1812. Le liberé, me lo traje conmigo del Sudeste de África en mi viaje. Perdió la visión del ojo antes de convertirse —explicó Yoongi.

—¿Tú le convertiste?

—No. Verás, Jim, ese es mi lema —apuntó con el dedo índice—. No convertir. Se vuelven emocionalmente dependientes de ti. Le otorgas la vida inmortal a alguien, y luego, puf —teatralizó—, piensan que deben devolvértelo. Detesto a la gente pesada —dijo arrugando la nariz con más naturalidad.

—Entiendo. Entonces —Jimin suspiró—, esa gente, la del barrio asiático, son tu familia o algo así.

Yoongi tomó un trago, no necesitó asentir para hacerle saber que estaba en lo cierto

—Y mientras tanto, unos tal Pearson, probablemente pertenecientes a una mafia humana que ha averiguado que todos sois jodidos vampiros, han intentado dar un golpe de estado contra el cabecilla —prosiguió el más joven—. ¿Tres enclenques contra un vampiro puro? —bufó una risa—. Te han pillado con la guardia baja, reconócelo.

—No bajé la guardia. Solo estaba distraído.

—¿Con qué, con las bailarinas?

Yoongi tampoco le contestó, vació su vaso de un último trago en lo que Jimin caía en la cuenta de que había sucedido justo cuando una mujer le distrajo a él.

—Podrías entregarle tu historia a un buen periódico, seguro que te dejarían escribir columnas de ficción —añadió Jimin como si nada.

Tras unos instantes de silencio, Yoongi dejó unos billetes sobre la barra para pagar la cuenta.

—Mi oferta sigue en pie —musitó Yoongi—. Esta noche has comido una pieza fresca. Pero, ¿qué harás cuando tu sed vuelva a emerger? Jimin, los trenes pasan, y el tuyo, está a punto de partir muy lejos.

—¿Por qué tienes tanta ansiedad porque me una a tu gente? —preguntó frunciendo el ceño—. Pareces un loco sectario.

—No me gusta que haya un vampiro suelto por mi ciudad, que no pertenezca a mi clan —remarcó las sílabas—. Así que vete o quédate, pero decídete ya.