A Love You Will Live For [Vol. 2] Kookv & Yoonmin

Capítulo 7

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 7. Hermandad

«Era su padre», pensó Jimin una vez que se quedó a solas en el apartamento. «Ese hombre, debía ser su padre».

No se atrevió a preguntarle nada a Yoongi. Los siguientes días, sus pasos fueron siempre los mismos; por la mañana trataba de leer algún periódico, tomar el aire fresco y pasear por los alrededores de la hermosa ciudad bajo un cielo habitualmente nublado, y por la noche, después de que Yoongi apartara sus quehaceres, le llevaba a algún lugar para alimentarse de sangre fresca y después terminaban más allá de la media noche en su apartamento.

Él se metía en su cabeza, si bien las siguientes veces lo hizo con más cuidado y trató de protegerse a sí mismo para que el otro vampiro no pudiera deslizarse en el interior de la suya. Entrelazar subconscientes no era fácil, pero Yoongi bloqueó el suyo excelentemente desde aquella otra noche.

—Recuerda qué eres. Magnífico Jimin. Rapaz, fuerte. Tan oscuro que las sombras que devoran se convertirían en la capa que ondea tras tu espalda. Enfréntate a ti mismo y mírate en el espejo de tu alma. Has muerto, sí. Pero también has... renacido...

No todas las noches eran iguales, en ocasiones, Yoongi parecía ocupado, por lo que Jimin se buscaba el pan por su propia cuenta. Le aburría cuando estaba de negocios, su habitual reserva y ese rostro habitualmente críptico. En el fondo, sabía que era divertido, era solo que, siempre estaba ocupado y rodeado de gente. Mientras tanto, Jimin no dudaba en coquetear con las mujeres del club (cada una suspiraba por él a una hora distinta de la noche) y relacionarse con los camareros jóvenes a los que se moría por morder y pervertir en algún rincón poco transitable. No obstante, mantenía las manos bien lejos de ellos, puesto que prefería no arriesgarse a tener ninguna relación física y/o emocional con humanos.

—Todo trauma se afianza en el vampiro como una marca invisible, imposible de borrar. Puedes aprender de ello, por supuesto. Y con el tiempo, comprender que eso forma parte de ti —decía Yoongi mientras caminaban tras la puesta de sol por una calle.

Era otoño, Jimin y Yoongi vestían un par de abrigos largos, anudados a la cintura, negro y gris ceniza, respectivamente.

—Estoy en ello. Pero no entiendo por qué a mí me cuesta tanto...

—Todos somos distintos, Jimin. Tu conversión también fue diferente a la de tu hermano. Creo que él sabía lo que quería —contempló el vampiro puro lentamente—. Mientras que tú, querías escapar de eso. Moriste y en tu periodo de transición fuiste asaltado por decenas de recuerdos suprimidos. Despertaste en una nueva vida de la que deseabas escapar.

Jimin giró la cabeza, observándole.

—¿Por qué soy más débil que otros vampiros?

—¿Débil? —las comisuras de los ojos de Yoongi se curvaron, en una especie de sonrisa irónica—. Tu corazón es puro, por eso eres así. Eres luz u oscuridad. Eres lo mejor o lo peor. No conoces medias tintas. Eso no te vuelve débil, te hace magnífico.

Jimin se sintió complacido por sus palabras. De alguna manera, sabía que Yoongi no le halagaba. No trataba de adularle, expresaba su opinión sincera poniendo toda su atención al final de la calle por la que se desplazaban. Él hablaba poco, pero cuando lo hacía era rotundo y su timbre sonaba tan certero como una flecha clavándose en el centro de una diana.

—Los Pearson están allí —indicó Yoongi antes de que Jimin abriera la boca.

Su acompañante vislumbró a unos cuantos hombres reunidos. Había varios coches caros al final de la calle, todos vestían gabardinas, algunos tenían bigote y otros la cara afeitada.