Capítulo 8

2.2K 353 328
                                    

*Historia creada/escrita por Chispasrojas [Beatriz Ruiz Sánchez]. Si quieres apoyar a la autora, puedes encontrar contenido exclusivo y los capítulos anticipados en Patreon.com/chispasrojas.

Capítulo 8. El tiempo

Taehyung se inclinó sobre la mesa, cortó otra hoja de la planta y luego la tomó entre los dedos, pasando las yemas por encima. Olía de maravilla y pensaba cocinar con ello. Entonces oyó el motor del Hyundai y no dudó en levantarse enérgicamente, dejando a un lado lo que había estado haciendo durante la mañana. Se quitó los guantes, guardó las tijeras y recolocó la maceta en su lugar de la estantería, junto a las otras.

La caseta que había tras la cabaña se encontraba atestada de plantas que él había estado cuidando; la mayoría eran especias y otros elementos para mejorar los platos o utilizarlas de manera medicinal en caso de que lo necesitara. Había sacado la verbena de su correspondiente maceta para alejarla de Jungkook, y ahora, la mantenía detrás de la casa, plantada en la tierra entre otros hierbajos útiles.

Al salir del pequeño cuartillo, se subió la cremallera de la cazadora blanca con piel de borrego que vestía. Portaba unas botas impermeables con suela de goma, mientras caminaba por encima de la tierra oscura y húmeda. Esos días había estado lloviendo como nunca antes, el rocío de las mañanas comenzaba a helarse sobre las hojas y los apretados troncos de los árboles. El bosque parecía más árido y frío que de costumbre.

Taehyung vio a Jungkook saliendo del vehículo. Lo rodeó y abrió el capó para comprobar algo.

—¿Todo bien? —formuló Tae aproximándose con las manos guardadas en los bolsillos.

—Le he cambiado las ruedas. No me gustaba el aspecto que tenía una, así que...

—Uh.

El pelinegro tenía el pelo mucho más corto, se había recortado por detrás y rapado ambos lados, los cuales se encontraban cubiertos por los mechones superiores. El flequillo recto le acariciaba las cejas, y ahora sólo llevaba pendientes en una de las orejas. Fiel a su estilo, Jungkook llevaba una cazadora vaquera negra, con botones plateados y pelo en el cuello. Un fular elegante colgaba del mismo, cubriéndole del helado otoño que él percibía con un poco menos de congoja.

—¿No has preparado tu almuerzo todavía? —le preguntó echándole un vistazo.

—Estaba entretenido con las plantas —contestó Taehyung.

—Ah. Vamos adentro —Jungkook indicó con la cabeza.

En lo que Tae se dirigía a la cabaña, él se quedó rezagado para sacar un par de bolsas del maletero. Taehyung le esperó junto a la puerta de todos modos. Su mirada se posó en lo que llevaba encima con una incisiva curiosidad.

—¿Qué traes?

—¿Mhn? —Jungkook trató de sortearle.

—Oh, ¿no vas a enseñármelo? —Tae abrió la boca en forma de O, le obstaculizó la entrada en la puerta—. ¿Kookie?

El semblante del pelinegro se tornó lentamente de seriedad a burlón. Taehyung levantó las cejas sin perderse detalle.

—¿Qué pasa si no quiero? A lo mejor es privado —dijo con media sonrisa.

—Todo lo que entra en esta cabaña es mío —declaró el muchacho, entonces extendió la mano para alcanzar lo que apartaba de él.

La sonrisa de Jungkook se extendió de mejilla a mejilla.

—¿Desde cuándo te has vuelto tan dominante? —le chinchó.

—¿Acaso vas a tener secretos ahora conmigo? —formuló más tirante.

A Love You Will Live For [Vol. 2] Kookv & YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora