Capítulo 22

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Treinta días antes de que el mundo se acabe:

El tiempo avanzaba, y lo que Liz le había dicho a Lucas la última vez que estuvo en su casa la perseguía constantemente.

Se sentía culpable, no podía evitarlo.

- Logan me contó todo- le dijo Alice por teléfono. Últimamente hablaban casi todos los días.

- Y supongo que Lucas fue el que le contó a Logan, ¿no?

- Si, pero tarde. Bueno, teniendo en cuenta que nosotras lo hablamos al siguiente día de que lo hayas enfrentado, algo de lo que sigo totalmente orgullosa y sorprendida de ti.

- Aún me siento mal.

- No te sientas culpable por priorizarte por primera vez, por amarte.

- Tienes razón, pero igual lo hago. Hubieras visto cómo estaba... jamás lo había visto así- Liz se acostó en su cama, con el teléfono aún en su oreja.

En esas últimas semanas, Lucas había sido más impredecible para Liz que en los últimos tres años. Quizás porque él también se encontraba en situaciones límites.

Las palabras "jamás lo había..." las había dicho o pensado más de lo que hubiera preferido Liz.

Pero Alice prefirió guardar silencio antes que decir alguna palabra. Sabía que si su amiga no lo había visto hasta ese momento así, era porque ahora él prescindía de ella. Porque ahora Liz no estaba a su disposición, como siempre lo había hecho.

Algo había cambiado y ahora tenía que enfrentarlo.

- Bueno, ¿qué te dijo Logan?

- Ah, si- recordó lo que le quería comentar en un principio-. Nada, que Lucas le dijo que habías estado en su casa y devuelto sus libros.

- ¡¿Sólo eso?!- preguntó decepcionada, mientras se sentaba y jugaba con la colita del pelo en su muñeca.

- Bueno, Liz, es todo lo que le dijo Lucas. Pero si te sirve de consuelo, Logan dijo que había empezado a fumar aún más.

- ¿Y cómo eso me va a servir de consuelo, Alice?

- Daaa, es un indicio de que está triste. Aparte me dijo que lo había visto decaído.

- Esto no me ayuda, ¿lo sabes, no?

- Creo que te quiere- le dijo Alice pensando que era un gran error decírselo.

Era obvio que Lucas la quería a Liz, pero tenía miedo que su amiga se ilusionara y que después termine sufriendo.

- Ya lo sabía. Se que él me quiere, pero no lo hace bien.

- Auch, duele- dijo Alice. Y no te imaginas cuánto, pensó Liz.

Le dolía porque ella podía darlo todo por Lucas pero él por Liz no.

Y ella lo sabía, Logan lo sabía, Alice lo sabía, Lucas lo sabía.

Todos eran conscientes de esa triste realidad.

- Si, bueno, no es para tanto. A todos le puede pasar, ¿no? Sólo unos pocos son los afortunados de vivir lindas historias de amor, como tú y Logan. Y otros simplemente... creo que estamos destinados a ser espectadores. Y está bien- dijo Liz con un nudo en la garganta.

- Merecías ser protagonista de tu propia historia de amor, ¿lo sabes, no?

Liz rió.

- Si, lo sé. Gracias, Ali. Nos vemos en la semana.

- Adiós, amiga. Nos vemos pronto. Te amo.

- Te amo- se despidió y colgó.

Antes de que el mundo se acabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora