Capítulo 7

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"La fiesta"
(Parte 2)

Natalie...

Cuando dejé a Fry en su casa, me pidió de nuevo que no fuera a dejarla sola, le dije que si, pero en realidad no me sentía bien, me sentía ansiosa, rara. Pero también no me sentía bien dejándola plantada luego de haber dicho que si iría.
Llegué a mi casa, charle con mi madre mientras comíamos. Preferí omitir mencionar lo que había pasado con Sergio, no quería preocuparla o hacerla enojar, más sin en cambio, ella sabía que algo más había pasado, pero decidió no preguntar nada. Le mencioné sobre la fiesta que me habían invitado y que sería esta misma noche, pero que sinceramente no tenía ganas de ir,  me dijo que tenía que distraerme, disfrutar de lo que no había podido, que me divirtieran con mis amigos, pero que todo con mesura y precaución. Al final, me dio permiso de ir, dijo que era un gran pretexto para hacer más amigos y que me lo merecía, pero me puso la condición de que ella me llevaría, le mencioné que pasarían por mi y no dijo nada, accedió, lo cual fue un poco raro, ya que, no accede tan fácilmente y menos a dejarme ir sin hacerme un interrogatorio primero.

Luego de terminar de comer, me dirigí hacia mi closet para ver que me pondría para esta noche, me decidí por un short blanco, una blusa de tirantes color gris, mis tenis blancos y un chaleco tejido color gris obscuro que me hizo mi madre. Salí del baño con una toalla enrollada al cuerpo y una en la cabeza. me embadurne de crema por todos lados y proseguí a maquillarme, esta vez un poco más marcado de lo normal, me puse lo que había dejado sobre mi cama y decidí hacerme una media cola alta con un moño algo grande para que se viera entre mi cabello chino y me dejé unos cabellos sueltos alado de la cara. Me miré al espejo una última vez antes de irme y no es por nada pero... ¡Esta noche había quedado muy linda!.
Bajé las escaleras y convenciéndome de que nada pasaría hoy y que sólo disfrutaría de la fiesta sin importar que, entré a la cocina y saqué la jarra de agua de la nevera, pero antes de que pudiera llevarme el vaso a la boca, mi teléfono sonó, indicándome que ya habían llegado por mi, no esperaba que llegarán tan pronto, aún eran las 6:30 pm, pero me aproxime a agarrar mis cosas y cerciorarme que eran ellos.


Santi🤭.
¡Estoy a fuera, nueva! 🙊😂.

No pude evitar sonreírle al teléfono y negar con la cabeza divertida.

―¡Me voy mamá! ―grité antes de salir de la casa. Antes de cerrar la puerta de la reja que bardeaba nuestra casa, mamá apareció en la puerta, me dijo que me divirtiera y ella terminó de cerrar, se despidió moviendo su manita y volvió adentró.

Entré al coche de Santi y lo saludé con un beso en la mejilla.

―Te ves hermosa ―mascullo volteándome a ver.

―¡Gracias!. Tu no te ves nada mal ―quise evitar sonrojarme, pero ya era demasiado tarde―. ¿Por qué llegaste tan temprano y sin Fry? ―dije cambiando de tema.

―Me dijo Frida que pasara por ti primero, quería evitar que nos dijeras que no irías, así que, me envió tu dirección y aquí estoy ―dijo sonriendo muy ampliamente.

―No tenía ganas de ir, pero no me dejaron de otra, son muy persistentes, por no decir otra cosa ―dije divertida y éste río, negando.

Después de un largo camino y una platica de mucha risa entre Santiago y yo, pasamos por nuestra amiga, que por cierto, se veía hermosa, traía un vestido blanco de tirantes gruesos, un pequeño cinturón negro, tenis blancos y un bolso negro a juego, y en sus manos, traía una chaqueta de cuero.
Me giré a ver a Santiago luego de ver a Frida salir de su casa, y no pude evitar reír al ver como se le caía la baba por ella.

―¿De qué te ríes?.

"Otra historia de amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora