"Otra historia de amor"

Capítulo 32

                          “El santuario”


Natalie…


Dos semanas después…


―¿Enserio tienes que irte? ―pregunté haciendo puchero.

―No quisiera mi amor, pero tengo que ir. Solo son tres días, sabes que si no fuera tan importante, no iría ―dijo mientras salía del baño con su cepillo de dientes entre los labios.

―Pero te perderás la fiesta que me preparo Fry con tanto esmero. Dijo que si no ibas, se enojaría mucho contigo.

Se acercó por fin a la orilla de la cama donde me encontraba envuelta con sus sábanas, se quitó el cepillo de la boca y me rodeo con sus brazos, dándome un beso corto en los labios y soltando una risita.

―Ya ni me digas, me a mandado mensaje todos los días amenazándome que si salía con algo y no iba, no me la acabaría ―reí y voltee a verlo―, pero celebraremos un día antes tú y yo, ¿Te parece?.

Lo miré un poco más y asentí sin mucho ánimo.

―Esta bien ―dije por fin.

Me besó y regresó al baño a terminar lo que estaba haciendo.

***

―¿Entonces no irá? ―pregunto Frida mientras llegábamos al estacionamiento de su trabajo.

―No, tiene que ir a Houston a una conferencia y hacer unos pendientes.

―¡Ay, Genaro… me la va a pagar!. Le dije que lo mataría, si no iba ―dijo con un suspiro.

―Lo sé, me dijo lo que le harías… aún que él no lo planeo Fry, todo fue de manera imprevista, pero aún así siento feo que no esté conmigo en un día como ese.

Se acercó a mi y me dio un abrazo corto, luego se separó de mi y me tomó por los lados de la cara con sus manos y me acerco a su cara.

―Tranquila, no estarás sola. Recuerda que estarán tus papás, tus hermanos, tu suegra ―al mencionar a esta última, alzó las cejas y una sonrisa pícara apareció en su rostro―, y obviamente estaré yo. Aún que no podría decir que Santiago vendrá, pero si me dijo que te llamaría. Así que ¡Nos la pasaremos de maravilla! ―dijo entusiasmada.

Asentí y reí a su entusiasmo.

¿Qué paso con Santiago?. Bueno, pues después de que salimos de la preparatoria, tuvo una crisis existencial o al menos así lo llamó él. Antes de que me pasará lo que me pasó, entró a la escuela militar, estuvimos sin saber de él, al menos un año. Cuando se enteró de lo sucedido, quiso venir a matarlo, pues él ya me lo había advertido, pero no le había hecho caso o bueno, más bien dicho, no había podido hacerlo, pero bueno, cuando se enteró no podía matarlo, porque no podía salir. Un año después, lo desplegaron, así que se le hizo aún más imposible venir y ver cómo estábamos,  y justo ahora se encuentra en Estados Unidos, así que, ya tiene bastante que no lo vemos, aún que las veces que hemos podido hablar con él por videollamada, le ha sentado muy bien estos años y se encuentra muy bien.

Si no fuera mi amigo, si me lo ligaba al hombre.

Por lo que sé, sigue con Nicole, pero de ella tampoco sabemos mucho, ella se fue con Santiago, pero a estudiar algo de decoradora de interiores o algo así. Así que, solo somos Fry y yo.

Nos despedimos y nos fuimos cada quien a nuestro trabajo. Uno de sus planes que tiene para hoy es: después del trabajo, iríamos de compras a traer lo que nos hacía falta para la reunión, además de algunas cosas que me hacían falta a mi para mí día con Genaro. Lo siguiente, era llegar a casa y ayudarla un poco.

Después de unas horas en el super, Fry y yo, llegamos a casa, me pidió que le ayudará hacer algunas decoraciones que le hacían falta para la fiesta, pues sería en un pequeño jardín que rentó junto a mi familia ―según querían que todo fuera sorpresa, pero no fueron nada cuidadosos―. Aún que se suponía que yo no sabía nada, tenía algunos detalles que se les escaparon en el transcurso de la planeación, como por ejemplo: en donde sería, que pidieron mi pastel favorito en la pastelería de doña Martha, que tenía cierta temática y que mi familia, Genaro y ella estaban organizando una sorpresa más, aún que, me esforcé en saber que era esa sorpresa, no pude averiguar nada. En eso sí fue discreta y cuidadosa