Preguntas.

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—¿Alguna vez sentiste algo por alguien del grupo? 

—No —Efra se veía tranquilo. Una luz que estaba en la máquina se puso verde.

—Correcta —dijo la máquina. Después de un par de preguntas más llegamos a la última pregunta de mi hermano.

—Damn esta es buena, ¿alguna vez te has besado con alguien del grupo?¿Con quién?

—Si... con- con Rita —cuando escuché eso quedé congelada, Efra sabe que ODIO a Rita... estaba ansiosa por escuchar lo que la máquina tenía que decir, en el fondo deseaba que fuera mentira y el tonto de mi hermano se electrocutara por hacer esta clase de bromas. 

—Falso —un alivio se sintió en mi cuerpo, la máquina le pasó corriente.

—JAJAJAJAJA, debieron ver sus caras —dijo mi hermano mientras se quitaba la máquina de la mano, él se acercó a mí y me abrazó —Iré a hacernos de comer que ya es tarde, mientras sigan con el juego —.mi hermano se fue, nosotros seguimos con el juego, pasaron un par de horas, ya solo faltaba Hunter y Ragnar. El resto se había ido con mi hermano a la comida, yo me quedé para hacerles las preguntas. Pasaron unos minutos y ya les había terminado de hacer las preguntas, para ser sinceros, las preguntas de todos eran bastante absurdas y eso me hizo pensar en que tal vez las preguntas no eran lo importante de este juego, sino el número que cada quien tomó como carta. 

Dejé de pensar las cosas un rato y fui a la habitación por mi bolso, cerré la puerta de la habitación y saqué mis pastillas de la bolsa, tomé tres y escondí el resto. Salí y me dirigí al balcón a tomar un poco de aire.

—¿Podemos hablar sobre lo que pasó hace rato? Además te traje de comer, supuse que tendrías hambre después de todas las preguntas y de callarle la boca a Illy —me di la vuelta y ahí estaba él, Hunter, parado con un delicioso plato de pasta sobre sus manos.

—Acepto el plato de comida pero no quiero hablar contigo, creo que dejaste muy en claro lo que opinas de mí y está bien, no me molesta —dije desanimada.

—Bonita yo te lo juro que me expresé mal, estaba molesto porque casi lo arruino para todos nosotros. Necesito salir de aquí —claro que Hunter iba a decir algo como eso, siempre todo se trata de Hunter. Yo tomé el plato y lo puse en la barda. Hunter me tomó de la mano.

—Hunter...

—Solo quiero que me escuches —dijo mientras volvía su agarre mas fuerte.

—Hunter suéltame —yo quité mi mano, la quité de una forma brusca, tanto así que eso hizo que mis pastillas se cayeran al suelo, rápidamente me agaché y las tomé.

—¿Pero qué diablos? ¿Acaso te drogas? Eso te hace daño, ¡No pensé que fueras tan estúpida como para hacerte daño de esa manera! —dijo Hunter alzando la voz, yo estaba congelada, no sabía que decir, pero gracias a dios llegó Ragnar.

—NO VUELVAS A ALZARLE LA VOZ —dijo Ragnar mientras se ponía enfrente de mí.

—¿Cómo carajos me pides eso cuando ella se está drogando? Ella es tan estúpida, siempre se hace ver como un maldito Einstein pero a la mierda con eso, ella es simplemente una niña estúpida, eso va a terminar con su vid-

—¡LAS PASTILLAS SON MÍAS IMBÉCIL! —le dijo molesto Ragnar.

—JA JA JA JA, esto debe ser una puta broma.

—¿Me ves riéndome, imbécil? —dijo Ragnar.

—Me sorprende de ti Ragnar, ¿qué era lo que solías decir? "¿Si las vendes no las consumas?" Si, eso solías decir... por eso estoy tan sorprendido contigo, tu padre tiene todo un imperio de esa mierda pero no sirve de nada si el que se la va a terminar es su estúpido hijo drogadicto, eres una decepción Ragnar, fue por eso que tú padre me buscó a mí para vender sus productos y no a ti.

—Claro, soy un drogadicto, ¿y qué?¿Estas consiente que el imbécil drogadicto número uno eres tú? Que te valga, puedes insultarme todo lo que quieras, pero a mi princesa no le vuelves a alzar la voz, porque te juro que adornaré tu frente con un hermoso agujero —dijo Ragnar molesto.

—JAJAJAJA, lo dudo, seguramente estarás tan drogado que no sabrás diferenciar entre un gatillo y una hoja de papel. Ahora entiendo porque tu madre se fue de tu casa, ¿quién carajos podría soportar a un hijo drogadicto? A una decepción —Hunter se fue, Ragnar se giró y me abrazó, me pegó a su pecho.

—Lo siento, todo fue mi culpa, yo solté las pastillas y él las vio, simplemente comenzó a decirme que me drogaba, yo no sabía que decir, me quedé congelada, nunca antes me habían atrapado con las pastillas. No debió hablarte de esas forma y tú no tienes porqu... —no pude terminar la frase porque Ragnar me tomó de la cintura y me besó, estaba con shock, todo pasó en una fracción de segundos. Yo respondí el beso, el beso fue inexplicable, se sintió perfecto, como si es el lugar donde deberían estar, nos separamos y él me dio un beso de piquito para terminar.

Para ser sinceros nunca pensé que esto pasaría, pero dios... se siente perfecto.

—No sabes cuantas ganas tenía de hacer eso —dijo con la respiración agitada, eso me puso nerviosa, me sonrojé 

—Yo no sabía qu-

—Lo sé, nunca te lo dije —Ragnar me dio el vaso, yo lo tomé y me tomé las pastillas.

—Gracias —me di la vuelta lista para volver con el resto, pero Ragnar me detuvo.

—Espera... princesa... no quería decirte esto aquí y te juro tenía planeado algo genial, pero la situación en la que estamos no ayuda y siendo sinceros no estoy seguro de que logre salir de aquí, porque si el loco que nos encerró aquí te quiero hacer algo, sin pensarlo voy a tomar tu lugar. Princesa quiero que sepas que me duele amarte tanto, pero lo más doloroso es que nunca he tenido el valor de decirte lo que siento. Uno de los días más increíbles que viví fue cuando te conocí en ese parque tan extraño, recuerdo que nadie iba a ese lugar, pero tu y yo nos conocimos ahí ,desde ese día tú significas mi todo y me da miedo, me da miedo perderte, me da miedo decirlo en voz alta, me da miedo porque hay una posibilidad de que al final de todo no me elijas a mí, de que al final tu decidas que yo no soy para para ti y yo te tenga que dejar ir. Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos. Para ser honestos siempre he tenido miedo de amarte, y siempre me quería mentir de formas tan tontas, no tienes idea de cuantas veces me repetí a mi mismo que solo soy tu mejor amigo, siempre he tenido miedo porque... darte a ti todo mi amor nunca será un segundo que me corresponda a mí, pero ya no quiero esperar a que me correspondan; solo quiero esperar que el amor crezca en tú hermoso corazón. Hay cosas que me encantarían oír que tal vez nunca escucharé viniendo de tu boca, pero no quiero perderme la oportunidad de intentarlo, no quiero dejar ir mi oportunidad tan rápido, sin antes buscar una oportunidad. Yo nunca quiero darme por vencido, nunca escucharás de mi boca un "ya no te amo" o un "haz lo que quieras que no me importa" porque sé que eso no pasará, yo sé que nunca te voy a poder dejar ir. Cuando te tomé de la cintura por primera vez estaba temblando, nunca había tenido algo tan valioso en mis manos, tenía miedo, miedo de lastimarte, miedo de dejarte caer, sé que jamás lo haría, sé que antes de dejar que algo te pase a ti me tendrá que pasar a mí, pero no puedo evitar el no tener miedo, porque siempre serás lo más importante para mi y siempre tendré miedo de que algo te pase... te quiero no para unos meses, ni para unos años, te quiero para una vida, sé que somos jóvenes pero sé que quiero despertar contigo todas las mañanas, obvio que sé que sueno como un intenso en este momento y lo siento, pero princesa,, no quiero que algo pase y que jamás logré decirte nada, sé que no mereces alguien como yo, alguien que su destino ya está escrito, princesa estoy consiente de que no soy lo perfecto, pero carajo, te juro voy a volverme el hombre que te mereces... —no lo dejé terminar, simplemente lo besé.


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