Deseando que fuera broma

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Salí de la habitación, Illy estaba en la sala junto con los demás. Los ignoré a todos.

—Hun-

—¡VÁYANSE AL CARAJO TODOS! —grité molesto... tomé un vaso y lo lancé. Estaba furioso, justo antes de perderlo había recuperado a mi mejor amigo, maldita sea, ese imbécil dio su vida por mí, como puedes ser tan estúpido Ragnar.

Lo peor de esto es que yo sé que realmente no estoy enojado con él, estoy enojado conmigo, porque fui un idiota con él durante todo este tiempo, lo traté tan mal, cuando lo único que él siempre hizo fue cuidarme, preocuparse por mí a pesar de que lo empujé una y otra vez. Tomé una botella que estaba en la cocina y me fui con ella a mi habitación, la abrí y tomé, tomé una y otra vez hasta que me acabé la estúpida botella, la arrojé. 

Pao llegó corriendo a mi habitación.

—Diablos Hunter, ¿qué estás haciendo? —dijo ella mientras me tomaba del brazo, yo estaba tambaleándome. 

—¿Qué diablos te importa? S... s.... solo vete.

—Hunter apenas puedes hablar —ella me sentó en la cama.

—¡VETE! P-por favor... solo...solo vete.

—¿Qué, ahora si tu amigo? —dijo ella molesta.

—¿Qué carajos contigo Paola? Ese imbécil siempre fue mi mejor amigo, era mi hermano, estaba por recuperarlo, ese imbécil era MI familia y un estúpido psicópata enfermo me lo acaba de quitar, justo cuando habíamos hablado, estábamos por arreglar las cosas, lo peor, ¿quieres saber que es lo peor? Lo último que me dijo fue que te dijera que te amaba, ese imbécil muri...

—No lo digas —interrumpió ella, ella tenía los ojos llorosos.

—¿No decir qué? ¿Qué lo maté? ¿Qué por mi culpa él está muerto? 

—Eres un idiota —ella comenzó a llorar y se fue, yo me levanté y me apoyé en la silla, todo daba vueltas, no sé ni cómo, pero logré llegar a su habitación, toqué la puerta pero no me respondía, intenté abrirla pero la maldita puerta tenía el puto seguro.

—A...abre la- la puerta Paola —dije lo más firmemente posible.

—Hunter, vamos a la cama viejo no estás en condiciones —dijo Dominic mientras me empujaba.

—Estoy bien —dije quitándole sus manos de encima.

—Hunter no estás bien... vamos hermano.

—¡MIERDA! Claro que no estoy bien, ¿cómo putas es que todos están tan tranquilos con esto?Pensé que el maldito sin sentimientos era yo, pero no... —grité enojado.

—Hun... vamos por favor —yo dejé que él me llevara a mi habitación, los pedazos de vidrio ya no estaban, me acosté y ahí me quedé.

—Gracias Dom, yo lo cuido —escuché la voz de Illy. Ella se sentó en la cama, me levanté y me paré enfrente de ella.

—Hunter siéntate, te vas a caer —dijo mientras me ayudaba a sentarme. 

—No, no quiero, entiende que estoy bien.

—Dime cómo te ayudo.

—Por el momento solo no hagas ruido —me acerqué y la besé, ella respondió a mi beso, yo la cargué y la puse sobre mis piernas, ella comenzó a bajar hacia mi cuello.

—Quiero que me hagas gritar tu nombre —dijo agitada.

—No pensaba hacer menos...


Al día siguiente.


Me desperté y rápidamente corrí a la habitación de Pao, abrí la puerta y ella estaba dormida...sola... Ragnar no estaba a su lado, por mucho que odiaba saber que ambos dormían juntos, en este momento hubiera dado todo por ver al imbécil de mi mejor amigo acostado junto la mujer que amo. Cerré la puerta y me fui a la cocina, tomé un vaso y me serví otro poco de lo que había en unas botellas y así seguí con un par de vasos más.

—Hunter detente hermano eso no está bien —agregó Efra.

—Nada está bien. Éramos tú, Ragnar y yo, pero yo lo eché a perder como siempre... antes de que él... de que... lo entiendes, él me dijo que nunca estuvo molesto conmigo, que no tenía nada de que perdonarme, se culpó simplemente para que yo dejara de sentirme mal conmigo mismo... me dijo que ama a tu hermana con todo lo que él es... me pidió que la cuidará. 

—Bueno pues hazlo. 

—Efra tu no entiendes pero yo no puedo cuidarla, no puedo hacerlo como él lo hacía, !Carajo, nadie puede cuidarla como él lo hacía! Cuando veo a tu hermana lo veo a él, veo a mi mejor amigo con ella, es difícil sabes, y mucho más cuando YO lo maté, si tan solo hubiera agarrado la estúpida hoja en lugar de solo verla, Ragnar merece estar aquí, yo no...  —le di otro trago a mi vaso y me fui a mi habitación, Illy seguía dormida, así que simplemente me metía a bañar. Salí y Illy ya no estaba, me cambié y fui a la sala, pero no había nadie. 

Genial Hunter, esto te pasa por borracho, me dije a mí mismo mentalmente, como no había nadie decidí regresar a la cocina, tal vez muera mañana y sería un desperdicio dejar esa botella llena. Tomé la botella y le volví a tomar, poco a poco se iba vaciando, salí y me senté en el sofá.

No podía creer que esto fuera real, en este estúpido juego estoy perdiéndolo todo... una extraña y tenebrosa música comenzó a sonar, como pude me levanté y seguí el sonido, por alguna extraña razón no había ruido en la casa, después de un par de minutos siguiendo el sonido llegué, el sonido venía de una habitación demasiado fea, en medio de la habitación había un pozo, cuidadosamente me acerqué y miré dentro de este. 

—Hunter, cariño —escuché una voz que hizo que mi piel se pusiera chinita.

—¿Mamá? —pregunté con un nudo en la garganta.

—Si mi amor, es mamá... estoy aquí, no puedo ver nada —mis ojos se llenaron de lágrimas, obviamente no iba a permitirme llorar, así que comencé a respirar. 

—Tu falleciste hace unos años —agregué.

—No mi amor, me tienen aquí abajo en este pozo... por favor mi pequeño, ayúdame a salir de aquí —la voz de mi madre era tan real, pero sé que no es verdad, mi mamá falleció hace unos años por cáncer. Mi mamá era dueña de muchas fundaciones, según esto el responsable de ellas soy yo, pero sinceramente aún no estoy listo para hacerme cargo de ellas, no porque no sepa como, sino porque me recuerdan a ella y para ser sinceros, aún no ha cicatrizado esa herida. 

—Lo siento mamá, pero aprovechando solo quiero despedirme de ti, porque jamás tuve esa oportunidad. Ma, quiero decirte que lo lamento, sé que no estas orgullosa de mí y yo tampoco lo estoy porque soy un asco de persona, me convertí en todo lo que me enseñaste a no ser... ja, inclusive estoy super borracho en este momento, quiero decirte ma que fuiste la mejor mamá que alguien pudo tener, me enseñaste tanto de la vida y lamento estártelo pagando así. Sé que estás en un lugar mejor, donde ya no sufres por una estúpida enfermedad... Te amo ma —yo salí de ahí sin decir más, sentí como un enorme peso salía de mis hombros. Llegué a la cocina y simplemente volví a la realidad, la puta realidad en la que estoy atrapado en este momento, la realidad que me acaba de quitar a mi mejor amigo.

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