Los 12

No es nada.

—Hunter —escuché la voz de Ragnar, se sentía tan real.

—Wow al parecer no mentías cuando me decías que cuando te murieras vendrías a molestarme, jajajaja, supongo que será divertido —dije en voz alta.

—Idiota, si estás hablando al menos gírate que no te puedo leer los labios.

—Okay eso no suena a que estés muerto —me giré y ahí estaba él, parado, lleno de sangre. Rápidamente me paré y lo abracé, en cuanto mis manos lo sintieron sentí un alivio, al principio pensé que las sería una alucinación por la gran cantidad de alcohol que tengo en mi sistema, pero por alguna extraña y magnífica razón no lo era.

—Ouch, cuidado... —él se quejó.

—Oh, claro lo siento, vamos a llevarte a tu cuarto.

—¿Hunter estás tomado? jajajajaja, creo que el que te va a llevar la cama soy yo —él se rió.

—¿Sabes? Me gusta más la idea del fantasma —ambos reímos, lo llevé su habitación y él se fue a bañar, cuando salí vi que estaba lleno de heridas, algo le había pasado y había sido mi culpa, él se cambió y se acostó, puso su mano sobre su pierna y se amarró una venda, o algo parecido, la verdad es que no alcanzo a ver, todo está demasiado borroso.

—Gracias bro...

—¿GRACIAS BRO?¡ERES UN MALDITO IMBÉCIL! ¿POR QUÉ DIABLOS HICISTE ESO? ¿ACASO ESTÁS MAL DE LA CABEZA RAGNAR? —le grité molesto.

—Lo siento Hunter, no quería hacerte sentir así.

—¡MIERDA RAGNAR, DEJA DE SER TAN AMABLE. TE ESTOY GRITANDO Y TÚ SIGUES SIENDO ESTÚPIDAMENTE AMABLE!

—Por qué sé que es tu forma de sacar lo que tienes, sé que no estás molesto y sé que lo que estás diciendo no es lo que realmente sientes, solo que estás asustado y lo entiendo, tu forma de ser no es como la de los demás, te cuesta expresarte por lo que pasó con tus padres, y créeme que lo que menos voy a hacer será juzgarte por algo que no está en tu control, así que si quieres gritarme hazlo... eso no va a cambiar lo que pienso de ti —yo me quedé callado, Ragnar es la persona más buena de este mundo, es demasiado bueno para su propio bien, el chico perfecto, es mi hermano y a pesar de todas las veces que le he fallado, él sigue ahí, sigue confiando en mí.

—Me caes mal —fueron las palabras que salieron de mi boca.

—Concuerdo hermano —él sonrió, accidentalmente movió la mano que tenía sobre su pierna.

—¿Qué diablos Ragnar? —le quité su mano y lo vi, definitivamente era un impacto de bala.

—No es nada Hunter.

—Eso es claramente una herida de bala, santo dios no puedo creerlo me voy a desmayar.

—Hunter habla despacio que no alcanzo a leer tus labios —se quejó.

—Claro, lo siento. Iré a buscar al resto —salí y corrí por toda la mansión, pero no había nadie, lo que me extrañó mucho, volví y Ragnar seguía sangrando.

—¿Y los demás? —preguntó Ragnar.

—No tengo la menor idea...

—¿Cómo que no sabes y mi princesa? —dijo preocupado.

—No lo sé, lo siento. Cambio de tema, ¿tenemos que sacarte eso de la pierna —cambié de tema.

—Bueno entonces tendrás que hacerlo tú.

—Wow wow wow wow wow wow, alto ahí, ¿por qué eso suena a algo que estoy seguro que NO quiero hacer? —Ragnar simplemente sonrió.

—Porque no vas a querer. Si te hace sentir mejor yo hubiera preferido que lo hiciera alguien más, de preferencia alguien que no esté bajo la sustancia del alcohol, ah y que no se desmaye cuando ve sangre.