Estoy sorprendido

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Pasaron un par de minutos y logré quedarme dormido junto a ella.


Al día siguiente.


Me desperté y mi princesa no estaba, claro que no iba a estar, quien hubiera querido seguir con un maldito sordo. Estaba mal, esta era mi pesadilla, era lo que le tenía miedo, a perderla por esto. Me levanté y me metí a bañar, me sequé un poco, me acomodé la toalla y salí, cuando salí vi a mi princesa, estaba entrando con un plato de frutas, inmediatamente fui hacia donde ella estaba y la abracé, sentí un alivio.

—¿Qué pasa? —preguntó ella.

—Nada, lo siento.

—Okayyyy... te tarje el desayuno, ¿si? estamos todos desayunando así que pensé que tal vez ahorita no querías salir y está bien es entendible —siendo sinceros no quería salir, al menos no ahorita, porque no sé de que forma me miraran todos.

—Gracias princesa —iré después del desayuno. Me dio un beso y se fue.


(POV de Pao)


Salí de la habitación y llegué a la cocina. Todos seguían desayunando, yo limpié lo que pude y me fui al balcón a tomar un poco de aire. Estaba preocupada, porque sé como es Ragnar, sé que el suele sobrepasar mucho las cosas, él tiende a pensar que él no es importante para nadie...

—Hola bonita —agregó Hunter mientras ponía sus manos en mi cintura.

—No Hunter —dije mientras le quitaba sus manos de mi cintura.

—Vamos, no me digas que solo porque te dijo que es un sordo ya lo vas a querer.

—Que comentario tan vulgar acabas de hacer Hunter, no puedo creer la clase de persona que eres, creí que ibas a mejorar, no por mí, sino por ti. No sé que te haya hecho Ragnar, pero lo tienes merecido, porque eres un imbécil, estoy harta de que trates a todos como quieres, como se te da la gana. Y para tu información, esto no me hizo querer a Ragnar, ¡Yo ya lo quería! Lo que me contó de su accidente solo me hizo amarlo, su secreto solo me demostró que él realmente me ama, no como según dices hacerlo tú, las palabras solo son eso Hunter, palabras —estaba furiosa, qué diablos le pasa, sin decir nada más me fui. Llegué a la sala y ahí estaban los demás, Ragnar estaba sentado a lado de Efra, ambos estaban riendo, yo no pude evitar no sonreír... tomé asiento en medio de ambos.

—Buenos días a todos, espero que hayan tenido una buena noche. ¿Cómo amaneció el chico del secreto? Ahhh claro, hoy no te escribí una nota en la mañana explicándote sobre lo que haríamos hoy, por eso ahorita no tienes la mínima idea de lo que harán, y eso es justo lo que necesito para el día de hoy... el resto si me puede escuchar pero quiero que actúen como si no lo hicieran, porque la actividad que harán el día de hoy va a requerir de la participación de todos, menos de la de Ragnar. Ragnar hasta el momento ha sido mi favorito de todos ustedes, así que les quiero dar la oportunidad de conseguir el aparato que Ragnar necesita para sus dolores de cabeza... la única forma de conseguirlos para él es ignorándolo, quiero que lo ignoren por completo el día de hoy, obvio que pueden hablarle pero de forma cortante... solo será hasta que sean las 12:00 a.m, después de esa hora van a poder volver a hablarle de forma normal, si logran hacerlo les daré el aparato que Ragnar necesita para sus fuertes migrañas, mucha suerte.

—No puedo hacer esto, solo me iré —dijo Efra mientras se levantaba y se iba a su habitación.

—Ni yo —agregó Rita.

Poco a poco cada uno se fue yendo. Hasta que solo éramos Ragnar y yo en la sala, Ragnar me miró un poco confundido.

—¿Pasó algo princesa? —preguntó él.

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