Me gustas.

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—Hun-

—No quiero tu lastima, no quiero que hagas lo que sea que siempre haces, no me gusta. ¿Pero sabes que si me gusta? Tú. Me fascinas Paola, de una forma en la que no te imaginas, quiero besarte y quitarte la ropa que tienes encima, quiero hacerte gritar mi nombre tan fuerte... el problema es que sé que no quiero una relación y sé que tu no buscas algo de una noche, todos saben que jamás repito una mujer, pero por ti, por ti haría una enorme excepción. Porque en serio me gustas, y al carajo, incluso intenté "llevarme bien con todos" porque me lo pediste, porque dijiste que solo pienso en mí y es verdad, ayer no debí gritarte ni decirte esas cosas que dije, estaba molesto, te juro estoy intentando ser bueno, pero soy muy malo siendo bueno —él me dio un beso en la frente y se fue, yo me quedé parada ahí por un rato más no entendía nada, todo esto ha sido demasiado extraño, primero Ragnar me besa y ahora esto. 

Solo espero no terminar en un triángulo amoroso. Vi la hora y ya era demasiado tarde, salí corriendo hacía la habitación, en la puerta estaba Ragnar, tenía mis pastillas en su mano y un vaso de agua.

—Las tengo princesa, no te preocupes —yo me las tomé.

—Gracias —me acerqué y dejé el vaso en una mesa que había ahí. 

—Me gusta que agradezcas, pero... siento que faltó un poco de utilización en el músculo conocido como "lengua" —yo solté una ligera risa "utilización" jajaja, sé que lo hace con toda la intención de hacerme reír y si funciona, el siempre sabe como hacerme reír.

Mientras me reía solo pensaba en que sip, efectivamente estoy metida en un enorme problema, no quiero herir a ninguno, pero creo que escucharé a mi corazón... si es que hay tiempo, lo primordial es salir de aquí con vida y rápido, luego puedo pensar bien todas mis decisiones amorosas, ahora solo creo que Ragnar me hace sentir genial en todos los sentidos. 

—¿Ah sí? —me hice la tonta.

—Si —dijo en voz baja, mientras se pegaba un poco más hacia mí, yo estaba nerviosa, Ragnar tiene una voz que derrite a cualquiera, es grave, pero no lo suficiente como para volverse fea, es un poco ronca y Dios ese hombre sabe. Yo me mordí el labio inferior —.Princesa, no debiste hacer eso—Ragnar me tomó de la cintura y me pegó a él, comenzó a besarme, yo regresé el beso, sin romper el beso Ragnar me cargó como si yo fuera una pluma, abrió la puerta, la cerró y me acostó cuidadosamente sobre la cama. Sus besos son únicos, me hacen sentir diferente, mi corazón se acelera tanto con él que parece que me va a dar un infarto.

Después de un rato él se alejó, me dio un beso en la frente y me miró con una sonrisa.

—¿Qué ocurre? —pregunté nerviosa y confundida.

¿Y si cuando estábamos acostados sintió algo de mi cuerpo que no le gustó? Dios, tal vez se arrepintió. Preguntas como esas comenzaron a pasar por mi cabeza.

—Nada princesa, no pasa nada —él sonrió.

—¿Entonces por qué me miras así?¿Por qué te detuviste? —quería saber la respuesta, no quería decirla de forma directa pero con lo que dije espero que me dé la respuesta que quiero escuchar.

—Poooorrrqueeee debes de descansar, yo iré con el resto para buscar a Rita y a Lau, pero estaré viniendo constantemente por si ocupas algo —Ragnar se levantó, pero yo lo tomé del brazo.

—Iré contigo.

—No princesa, lo siento pero no, es tarde y sabes bien que... —no lop dejé terminar, lo besé.

—Rag... —sus besos eran en serio increíbles, tanto que no quería separarme.

—Lo siento princesa —dijo mientras me besaba, él se levantó y corrió hacia la puerta, luego le puso seguro a la puerta.

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