Okay, okay

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(POV de Ragnar) 

—Ya, está bien —ellos se alejaron del cuerpo de mi princesa, yo rápidamente corrí, la cargué y corrí hacia nuestra habitación, puse el seguro a la puerta y acosté a mi princesa. Los demás estaban golpeando la puerta tan fuerte y lo sabía por las vibraciones. Yo estaba muy asustado, pero seguí, volví con las 30 compresiones y luego respiración boca a boca, entre más veces lo intentaba más asustado estaba, porque no había diferencia, seguía sin tener una mínima señal de pulso. La besé —.Vamos mi amor, por favor... no me hagas esto, no lo hagas... te lo suplico —.Volví a hacer una última compresión, estaba mal, emocionalmente estaba roto. Me acosté y la puse sobre mi pecho, le estaba haciendo piojitos, los piojitos que ella tanto amaba. En eso ella comenzó a toser, rápidamente me levanté y la senté, ella volvió. Yo comencé a llorar aún más, en cuanto ella dejó de toser, la acomodé en la cama.

—Aghhhh... Me siento como si me hubiera muerto —agregó ella con una hermosa sonrisa.

—No vuelvas a hacerme esto mi amor —la abracé. Me levanté y salí de la habitación, todos estaban afuera. Efra me abrazó.

—Hermano sé que hiciste todo per-

—Ella está en la habitación, le voy a traer un vaso de agua... —Efra sonrió, su mirada se iluminó. Todos corrieron  a la habitación. Yo fui a la cocina por un vaso de agua para mi princesa y regresé a la habitación. Le di su vaso y ella lo tomó, yo sonreí y salí, quería darle su espacio, todos los demás estaban ahí así que yo ya no quería que conmigo ahí se sintiera más abrumada, en eso vi como alguien se acercó a la puerta, rápidamente me levanté y lo pegué contra la pared. 

—Wow, suéltame —dijo la chica. Rápidamente le quité las manos de encima. 

—Lo siento, pensé que serías alguien más.

—Si, no pasa nada. Ahora si me disculpas ocupo entrar —yo puse mi mano sobre su cintura y cuidadosamente hice que se detuviera, en cuanto la miré sentí como si la conocieras desde antes, era una sensación un poco extraña, pero la ignoré por completo.

—¿Cómo entraste aquí y quién eres? —pregunté.

—Me llamo Camila, pidieron un cardiólogo, mi padre no estaba así que vine. Así que EN SERIO necesito que me dejes pasar —rápidamente quité la mano, ella entró y todos los demás se salieron, nos sentamos en la sala pacientemente durante un rato. 

—Gracias por salvarle la vida a mi hermana. Te juro que no sé como pagarte —Efra me abrazó.

—Sabes que haría todo por esa princesa. No ocupas agradecerme —yo le regresé el abrazó.

—Oigan odio interrumpir pero miss doctora ya salió —dijo Alexandra mientras se dirigía hacia ella. 

—Ella está bien, es un milagro que lo esté, por lo que pude escuchar y por las pocas muestras que realicé si es que no me equivoco ella murió un par de minutos, ¿no es así? —ella preguntó.

—Si, así fue —agregó Hunter.

—Quién sea que la revivió tiene manos mágicas, era casi imposible que ella pudiera despertar, le dejé una receta con medicamentos que se tiene que estar tomando a ciertas horas. Me retiraré. 

—¡Espere! Nos iremos con usted, tal vez es la única forma de irnos de aquí —agregó Lau.

—Tienes razón —agregó Dylan. Sin decir nada entré a la habitación y vi a mi princesa, la tomé con cuidado y la cargué, salimos de la habitación. Ella no preguntó absolutamente nada.

—Emmm, no entiendo jajaja pero esta bien —la seguimos hacia la puerta ella intentó abrirla pero no pudo.

—Genial, claro que no iba a dejarte salir a ti tampoco —agregó Dominic. 

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