Capitulo 3

270 32 24
                                    

Favor de ayudarme con errores, gracias loves <3



—Estoy bien. Intenta no hablar, Louis. Estás herido.

Él intentó levantar la cabeza y gimió de dolor.

— ¿Estoy muy malherido?

Con su mano libre empezó a peinar su pelo húmedo. Era muy sedoso y cuando su pelo se enredó en sus dedos, Harry sintió que también se enredaba en su corazón. Era una sensación tan extraña que Harry no sabía qué le estaba ocurriendo y decidió ignorarlo.

—Te han tenido que operar. No conozco los detalles, pero han dicho que te vas a poner bien.

Vio que él cerraba de nuevo los ojos y, suspirando, empezó a apartarse de la cama, pero los dedos de él apretaron tan fuertemente los suyos que tuvo que morderse los labios para no llorar. Lo estaba mirando a través de sus ojos entrecerrados.

—Quédate conmigo —dijo intentando mantener los ojos abiertos. Una batalla que perdió casi inmediatamente y Harry se dio cuenta de que tardaría en volver a despertarse. Volvía a estar inconsciente.

—Lo haré. No me moveré de aquí —añadió, aunque sabía que no podía oírlo.

Mientras se hacía de nuevo el silencio a su alrededor, Harry revisó lo que acababa de ocurrir.

Sólo de pensarlo, se sentía mareado. ¿Qué había pasado? Al principio sólo intentaba reconfortarlo y después había sido una sensación increíble. Nunca había sentido nada así.

Había mirado los ojos de Louis Tomlinson y estos parecían haber llenado cada parte de su ser.

Cada uno de sus sentidos lo había reconocido. Había sido asombroso, tremendo. ¿Pero qué era esa sensación? Volvió a mirarlo y, como por impulso, levantó una mano y la pasó suave y dubitativamente por su mejilla. Entonces se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo y empezó a temblar. ¡No, no podía ser! No podía haberse enamorado de él.

Era imposible. Apartó su mano como si lo quemara. No podía ser. Él era un hombre sensato, poco dado a las emociones, y ese tipo de cosas simplemente no le podían pasar a él. ¿Entonces qué era?, preguntó una vocecita burlona en su interior.  Harry no lo entendía, pero debía de haber una explicación racional para que, después de haber mirado esos ojos increíbles, él hubiera sentido que lo conocía desde siempre. Harry suspiró agitado, levantó una mano y se la pasó por el pelo. Tenía que calmarse. Había sido un día traumático y simplemente estaba nervioso.

Una buena noche de sueño lo arreglaría. Más calmado por ese pensamiento, Harry se acercó a la ventana y se quedó mirando hacia la oscuridad. No sabía cuánto tiempo había pasado cuando oyó unos pasos que lo hicieron darse la vuelta.

En la habitación, entraron dos personas con aspecto cansado, pálido y preocupado. Era una pareja de unos cincuenta años. El parecido entre la mujer que acababa de entrar y el hombre que estaba tumbado en la cama era asombroso.

—Ustedes son los padres de Louis, ¿verdad? —dijo mientras se acercaba sonriente hacia ellos.

La mujer, un poco más joven que el hombre, sonrió tensa.

—Soy Johannah Tomlinson y éste es mi marido, Mark. Tú debes de ser Harry. Louis nos ha hablado mucho de ti. Qué pena que tengamos que conocernos en estas circunstancias.

Su voz se quebró al mirar al hombre inmóvil. Sus ojos se llenaron de lágrimas y Harry se compadeció de ella.

—Por favor, no llore. La doctora ha dicho que se va a recuperar —Harry se apresuró a decir para tranquilizarla—. Lo mejor será que hablen con ella.

EL PROMETIDO DE MI HERMANO - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora