EL PROMETIDO DE MI HERMANO - Larry Stylinson

Capitulo 14

Capítulo dedicado a Mafer13Stylinson

Muchísimas gracias por seguir la historia ♥ En serio tus comentarios me animan a seguir :3

Espero te guste el cap

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Harry no lo vio inmediatamente, lo que le dio oportunidad de observarlo a su antojo. Siempre lo dejaba sin aliento y se imaginaba que eso ocurriría siempre. Debió hacer algún ruido porque él se volvió y, sonriendo, se dirigió hacia Harry.

—Hola, ¿qué te apetece más, una bebida fría o un beso caliente? —bromeó Harry invitador.

Esperaba ver ese brillo familiar en sus ojos y la sonrisa indolente que enviaban escalofríos por su espalda y Louis no lo defraudó.

—Las dos cosas, pero en diferente orden —dijo el castaño dejando el maletín en el suelo.

Harry dejó las copas sobre una mesita y, pasando los brazos alrededor de su cuello, acercó su cara para besarlo. Fue un beso lánguido, erótico y muy, muy caliente y cuando se separaron los dos respiraban con dificultad.

—Creo que necesito una copa —dijo Harry.

—Siempre podemos llevarnos las copas a la cama —sugirió Louis con una ceja levantada.

Si Harry no hubiera tenido otros planes, habría dicho que sí en un segundo. Pero los tenía, así que negó con la cabeza.

—No. La cena casi está lista. Sólo tienes tiempo para darte una ducha y cambiarte de ropa.

Por primera vez, Louis se fijó en su vestir y lo miró sorprendido. Mirando a su alrededor, se dio cuenta de que el salón estaba casi a oscuras, iluminado solamente por la luz de las velas y su sonrisa desapareció.

— ¿Estamos celebrando algo?

Harry casi podía ver las ruedas de su cerebro dando vueltas, intentando recordar si había olvidado algo y tuvo que contener la risa.

—No te preocupes, no te has olvidado de mi cumpleaños. Hoy hace ocho meses que nos casamos y me pareció buena idea celebrarlo con una cena especial. He hecho todos tus platos favoritos.

—Ocho meses, ¿eh? Parece como si hubiéramos estado casados toda la vida.

— ¿Eso es malo o bueno? —preguntó el rizado un poco nervioso.

— ¿Tú qué crees? —contestó él sonriendo.

Harry respiró aliviado.

—Si no quieres que se queme la cena, lo mejor será que te des prisa —advirtió y, con una sonrisa, Louis subió corriendo las escaleras.

Cuando volvió a bajar, los platos ya estaban en la mesa. Louis sacó la botella de vino de la nevera y Harry observó cómo lo servía, contento de que se hubiera vestido acorde con el espíritu de la velada, con una camisa blanca de seda, con el cuello desabrochado, y los pantalones del esmoquin.

—Por el esposo más guapo del mundo —brindó el castaño levantando su copa.

—Por el esposo más guapo —dijo suavemente Harry.

Se miraron a los ojos antes de concentrarse en la cena. Estaban tomando café cuando Harry por fin decidió contarle la verdadera razón de esa celebración.

—Por cierto, tendremos que volver a llamar al decorador —dijo como sin darle importancia.

— ¿Por qué? Creí que habías dicho que la casa estaba perfecta.