Capitulo 23

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Eso era una despedida y él se dio cuenta. Cuando estuvo solo de nuevo, Harry cerró los ojos. Se iría al día siguiente. Lo único que tenía que hacer era encontrar un sitio al que ir.

Cuando Johannah llegó al hospital un poco más tarde, una de las enfermeras le había dado a Harry el nombre de un balneario en la costa y había reservado una habitación para él. Lo único que necesitaba era su coche y algo de ropa y sus planes estarían completos.

Estaba repasándolos cuando entró su suegra. Por primera vez desde el accidente Harry sintió un nudo en la garganta cuando Johannah lo envolvió en un silencioso abrazo.

—Mi pobre Hazza. Qué accidente tan espantoso —dijo tristemente. Harry sintió ganas de llorar.

—Debería haber tenido más cuidado —respondió tembloroso mientras Jay lo soltaba y se sentaba al borde de la cama.

—Fue un accidente. No es culpa de nadie. Es muy triste, pero todo mejorará.

Harry no quiso mirarla.

—Quizá.

Sabía que no sería así, pero no podía decirlo. Jay acarició su mejilla.

—Dices eso ahora, pero cuando todo esto pase... —se encogió de hombros—. Ahora lo que tienes que hacer es venirte a casa con nosotros.

—Siempre han sido muy amables conmigo —dijo Harry sonriendo.

—Es muy fácil ser amable contigo porque eres un chico encantador. Mark y yo pensamos que Louis tiene mucha suerte. ¿Te han dicho cuándo te puedes marchar?.

Se quedó más de una hora, charlando sobre unas cosas y otras y se marchó con la promesa de volver al día siguiente por la mañana.

Harry ya estaba vestido cuando Johannah y Mark llegaron para llevarlo a casa. Una vez allí, subió a la habitación que había compartido con Louis, se cambió de ropa, hizo la maleta y bajó de nuevo. Dejando la maleta en la puerta, fue a despedirse de sus suegros, que estaban en el salón. Desde el umbral, dijo suavemente:

—Me marcho.

La sorpresa en sus caras era evidente.

— ¿Que te vas? ¿Pero a dónde vas?

—No se lo puedo decir. Necesito marcharme y no quiero que Louis me busque.

Los dos estaban de pie mirándolo.

— ¿Por qué no quieres que Louis te busque? —preguntó el padre.

—Porque es mejor así.

—Huir nunca es lo mejor, Harry. Quedarse y hablar de los problemas es lo que hay que hacer —dijo Mark.

—Esta vez no. Lo que tengo que hacer es hacer bien lo que hice mal.

—Harry, querido, ¿de qué estás hablando? —preguntó Jay perpleja.

—Les he mentido —confesó Harry de repente mirando de uno a otro—. Cuando los conocí les dije que era el prometido de Louis, pero no era verdad. Tengo un hermano gemelo. Él era el prometido de Louis.

— ¡Cielo Santo! —exclamó Johannah.

—Me enamoré de Louis, así que me hice pasar por él y Louis se enamoró de mí, sin saber quién era yo.

Los Tomlinson no dijeron nada durante un rato, intentando comprender la situación. Fue Mark quien rompió el hielo.

— ¿Cuándo se enteró Louis? —preguntó y Harry se dio cuenta de que al menos sospechaba la verdad.

EL PROMETIDO DE MI HERMANO - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora