Todo se seguía sintiendo como un sueño. Sentir las manos de Cissy por su cuerpo, besar su cuello, acariciar sus pechos, derretirse en sus labios. Pero no, no era un sueño, era real, estaban juntas y por eso, en aquel momento, estaban en la habitación, besándose como si el mundo fuera a acabar en unos minutos y ellas fueran a morir.
Las manos de Ivy pasaron de estar sobre la cintura de Cissy a empezar a buscar la forma de meterse entre la camisa de la chica y su piel. Bajó un poco la falda y sacó su camisa cuando se cansó de estar jugando. Aunque tan solo se cansó a medias ya que empezó un nuevo juego, uno en el que iba acariciando la espalda de Cissy poco a poco, subiendo cada vez más hasta que llegó al sujetador de la rubia.
El suspiro de Cissy llenó los oídos de Ivy y fue música celestial para ella cuando le desabrochó el sujetador y lo sacó de debajo de la camisa. Cuando Cissy gimió porque Ivy movió las manos hasta su pecho, Ivy volvió al cuello. Besarse sobre la cama era algo que a ambas les encantaba, pero ese día no tenían mucho tiempo, solo estaban aprovechando un momento que tenían después de cenar —Cissy tenía dolor de cabeza supuestamente y nadie le había preguntado a Ivy por qué volvía a la habitación— y la pared de la habitación les había venido muy bien cuando Cissy había entrado y no habían perdido el tiempo a lanzarse sobre la otra.
—Ven aquí —demandó Cissy cuando Ivy se alejó un poco y pasaron a cambiar las posiciones.
Las manos de Cissy eran las que buscaban la cintura de la falda de Ivy, una que desabrochó con manos expertas, dejándola caer al suelo, y empezó a jugar con el elástico de la braga de la chica mientras que, con la otra mano, buscaba el cierre del sujetador. Era divertido ver como Ivy se retorcía bajo sus manos, buscando que la tocara y que la liberarse de la tortura que había sufrido durante todo el día, cuando se veían y no podían ni acercarse.
—Cissy, por favor —le suplicó e intentó buscarla para que siguieran un poco más. Pero justo cuando Cissy se agachó y empezó a jugar con el elástico de las bragas de Ivy con la boca, las interrumpieron.
—Atención a todos los alumnos —era la voz de Dumbledore, sonando por todo el colegio como si le tuvieran en la misma habitación, algo que asustó a las dos chicas y se alejaron rápidamente—, por favor, acudid al atrio con la mayor brevedad posible.
Primero no se movieron. Luego, cuando empezaron a oír los pasos en el pasillo, se miraron y empezaron a vestirse. Ivy se subió la falda rápidamente y se remetió la camisa dentro de la falda antes de ir a ayudar a Cissy, que intentaba colocarse la camisa sin haberse puesto el sujetador.
—Cissy —le tendió el sujetador y la chica lo cogió rápidamente, maldiciendo por el camino.
Los pasos eran cada vez más rápidos y se oían las voces, preguntándose qué había pasado para que los convocasen en el atrio fuera de horario. Ivy pudo oír perfectamente las ideas de algunos de los más pequeños, como una fiesta sorpresa, un castigo multitudinario o, la peor de todas, que los fueran a avisar de que los mandaban a casa a la mañana siguiente.
Cuando una de las voces, la de una de las compañeras de habitación de Cissy y Ivy, sonó demasiado cerca de la puerta de la habitación Ivy cogió rápidamente a Cissy y la arrastró hasta el baño, por si acaso. Tenían que conseguir que se pusiera cuanto antes el sujetador para poder unirse a todos los alumnos de Hogwarts y fingir que no habían estado juntas. Pero el sujetador no parecía estar dispuesto a colaborar con las manos de Cissy, que era incapaz de abrocharlo.
—Joder —murmuró la chica, soltándolo un momento.
—Ven aquí.
Ivy lo cogió, intentando que no se notase que estaba nerviosa por si la pillaban juntas y las manos le temblaban un poco de más cuando intentó abrocharlo. Cissy parecía que se había negado a quitarse la camisa, pensando que así ganaba tiempo, cuando lo que estaba pasando es que estaban perdiendo aún más, sobre todo cuando uno de los enganches del sujetador se enganchó en la camisa.
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𝕸𝖆𝖌𝖓𝖎𝖋𝖎𝖈𝖊𝖓𝖙𝖑𝖞 𝕮𝖚𝖗𝖘𝖊𝖉 | Narcissa Black
FanfictionIvy Blestem tenía aspiraciones de lo más mundanas una vez cumplidos los dieciocho: quería ser cineasta, pasarlo bien con sus amigos y tratar de pasar desapercibida en su último curso en Hogwarts después de que todos en Slytherin se enteraran de que...