𝐌𝐈𝐀 © [𝟐] [N.H]

EXTRA

"EXTRA"

Bianca

Tomo las manitos se Tommy con las mías sobre la cálida alfombra del suelo en la habitación, donde juega feliz con los cientos y cientos de juguetes que Finn compra para él todos los días.

Y aunque le insistí en que ya son suficientes, creo que quiere cumplir más bien sus caprichos que los del niño.

Quiero decir, Tommy siquiera tiene un año y Finn ya le compró un auto para bebé.

Sonrío cuando siento sus manos llegar a mi desde atrás y posarse directamente en mis pechos, con su boca en mi oído. —¿Los amores de mi vida? ¿Como están?

—Felices por sus primeros gateos y pequeños pasos.

—Vamos a ver..— Finn se sienta de cuclillas frente al niño y lo toma de las manos.

Es la única forma en la que sabe caminar, si es con un poco de ayuda. Recién comienza, pero ya sabe dar solo un paso por el solo y luego, se cae.

Es muy gracioso y me hace feliz recordar cuando dio su primer paso y Finn estuvo allí con nosotros para verlo.

Tommy se distrae mirando caricaturas en la televisión y Finn decide recortarlo sobre la gran cama con sus caricaturas frente a él. —No te muevas de allí, te estoy observando..— Advierte volviendo a mi.

—Como si le interesara, es su dibujo favorito.

Él sonríe besando mi boca. –¿Estas cansada?

Asiento. —¿Que tal un baño de relajación?— Alzo mi cejas sorprendida. —, mande a que lo preparen, ven..

Finn me toma de la mano guiándome hasta el baño, al entrar me encuentro con la tina llena de agua con espuma y rosas. Se ve irresistible, sobre todo para una madre la cual vive pendiente de su bebé.

—Pensé que necesitabas un tiempo para relajarte..— Me abraza. —, sin compañía o tal vez con.

—Tommy esta allí afuera, mi amor..

—Te extrañé mucho los meses en prisión ¿Lo sabes?

—Lo sé.— Asiento.

—Y cuando regresé y no estabas, te extrañé ¿Lo sabes?— Vuelvo a asentir. —, cuando al fin te recuperamos fue el fin del martirio para mi, sentí que volví a tener el mundo en mis manos cuando los recuperé a ambos y volvimos a aquí..

—También te extrañé, mi amor..

—Fueron semanas aquí, sin ti.

—Lo sé..

—¿Mi amor?

—Dime.— Responde acariciando mi espalda.

—¿Podrías decirme algo de Antonella, por favor?— Él no responde, más bien besa mi cuello. —, Finn, por favor.. desde el día del operativo en las Vegas no se nada de ella, seguramente la niña ya nació y no se nada de mi mejor amiga, amor.