𝐌𝐈𝐀 © [𝟐] [N.H]

IV: Maternidad

"Maternidad"

Niall

Muchos factores fueron los que me llevaron a tomar esta decisión más arriesgada.

El primero, las peticiones de Lorenzo luego de ver Antonella de esa forma; destruida.

Las advertencias del doctor luego de revisar su estado mental.

Sus palabras fueron claras.

《La mujer está cayendo lentamente en una depresión leve, la cual puede desencadenar cosas más grandes..》

Antonella no quería comer, no quería levantarse de su cama, tenía flojera por demás y solo lloraba y dormía.

Ella misma lo advirtió, no le importaba morir.

Hoy, aprovechando que es el día del bautismo de Tommy, tome a la niña cautelosamente y la traje aquí.

Los llantos de Antonella son desgarradores, incluso logran tocar mi apagado corazón y llegan a mi sensibilidad.

Toma a la niña en brazos llorando sin detenerse y la niña lo hace también, pareciera saber exactamente que ella es su madre, porque busca su cuello sin dejar de llorar y sus pequeñas manos se aferran a la blusa de Antonella.

—Mi bebé...— Solloza moviéndose hacia la cama con Mia en brazos. —, hijita..

Observo la escena con un nudo en la garganta. Los llantos de la niña no se detienen y los de Antonella menos.

Busco un vaso de agua en la pequeña heladera esperando hasta que se calmen ambas y llego hacia la cama para entregárselo a Antonella.

Cuando la madre deja de llorar, la niña se tranquiliza. Me siento en la cama a su lado acercándome un poco. —Te presento a.. Melody Mia Horan D'angelo.

Su mirada me sorprende. –¿Melody?

Asiento. —Pero la llamamos Mia.— Sonrío mirando a la bebé aferrada al cuello de su madre.

— Mi bebé..— Solloza. —, no has crecido nada, estás igual de pequeña... joder. —Antonella la examina, la huele, la besa y vuelve a llorar. —, te extrañé tanto, mi amor.. no tienes una idea de todo lo que hice por verte.

—Si hija, la niña no tiene una idea.— Bromeo.

Ella reposa su espalda en el respaldo de la cama y sostiene a la bebé quien no deja de mirarla. —Hola Mia.. soy tu mamá.— Susurra. —, ¿me extrañaste?

La bebé extiende su mano hacia arriba intentado tocar la barbilla de Antonella, pero solo puede llegar a su cuello.

—Toma. —Le extiendo el vaso y Antonella bebe agua logrando calmar sus sollozos.