XII: Licantropo

377 24 18
                                    

"Licantropo"

"Licantropo"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Antonella

Todos los hombres de la corporación están aquí, en la fiesta y bebiendo, celebrando, bailando y disfrutando.

Niall no se enfureció tanto como creímos, aunque este no fue el propósito de la fiesta, si no el de vengarnos de ellos comiendonos a otros hombres.

—¿Por que no me dejas explicarte?—  Niall debe alzar la voz en mi oído porque la música está demasiado alta. Pero no me importa lo que me dice, solo me dedico a pedir un trago en la barra para mi.

—Porque no tengo ganas cabrón.— Sonrío volteandome. —Oh, y tu hija está durmiendo. Gracias por preguntar.

—Lo sé, mis guardias la tienen en la mira todo el tiempo Antonella,  al igual que a ti.— Me dice al oído bajo las luces de la fiesta. —,vamos a un lugar más silencioso, quiero hablar contigo..

Continuo sonriendo bajándome hasta la última gota de mi trago. —¡Y yo quiero bailar! ¡Adiós!

Me despido una vez tengo dos vasos rellenos de alcohol en mis manos y me acerco a donde las chicas bailan, cerca del escenario improvisado que logramos armar. —¿Te trae recuerdos, amiga?

Bianca se torna rojiza al escucharme y le extiendo un vaso para ella. —¿Te animarías?

—No hay nada que no haría ésta noche.

La música parece cada vez estar más alta, los invitados se divierten bailando y algunos mozos sirven pequeñas copas de champagne o agua.

Ya es nuestra tercera... o cuarta ronda de shots. Y Eva no aguantó demasiado, porque ya se encuentra llorando. —¡No entiendo porque me hizo eso el desgraciado! ¡Yo no me acosté con nadie..!— Todas nuestras miradas se las lleva ella. —, o bueno..

—Eva, creo que lo mejor es que te vayas a la cama..— Sugiero.

—Eva.. — Jonan vuelve a nosotras una vez más, luego de tantas.

—Tu no jodas, cabrón.— Advierte Bianca. —, nosotras podemos solas.

—No pueden cargar su cuerpo hasta la habitación, están ebrias..

—Claro que podemos..— Lo enfrenta Meredith. —, no necesitamos a ningún hombre.

—Déjenme llevarla, por favor. —Pide él.

Decidimos claudicar frente a su suplica, sus ojos demuestran el desespero que tiene por sumar puntos con Eva.

—Vamos.

—¡No!— Se rehúsa mi amiga siendo cargada por él. —¡No se dejen, chicas! ¡La resistencia de mujeres vencerá!

Continuamos riendo mientras Eva se va en brazos del hombre. Y decidimos continuar bebiendo, bailando y riendo en la gran fiesta que logramos hacer.

𝐌𝐈𝐀 © [𝟐] [N.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora