XX: Los Celos y la Envidia

336 32 3
                                    

"Los Celos y la Envidia"

"Los Celos y la Envidia"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Niall

El lugar es extremadamente elegante. Hombres visten de traje y mujeres con vestidos finos, joyería de alto valor y zapatos edición limitada seguramente. Todo brilla y es lujoso al rededor. Como lo esperaba.

El baile luego de la ceremonia de casamiento da a lugar en la gran sala y cada uno de los caballeros elige a una dama para invitarla a bailar.

—¿Donovan?

—A tu izquierda, está probando la mesa dulce. —Me responde él al micrófono de mi oreja.

Volteo mi mirada encontrándome con la novia de la boda. Como debe ser, es la mujer más bella en este lugar. Su cabello rubio esta recogido en un peinado fino y su espalda está  un tanto descubierta por las decoraciones de su lujoso vestido blanco.
Me acerco a ella sigilosamente y disimulando ante las miradas en ella.

—¿El novio la dejó sola, esposa?— Susurro detrás de ella.

Carolina Bruners se voltea sonriendo, un tanto nerviosa. —Oh, no.. solo necesitaba algo de aire y.. está en el balcón ¿Lo necesita?

Niego. —Si estuviera recién casado y con una esposa tan..— Repaso todo su cuerpo con mi mirada. —, extraordinaria, no la dejaría sola ni un minuto. Mucho menos cuando llega el momento del bals. ¿No cree?

—Connor sufre de ansiedad, él necesita tomar algo de aire. ¿Usted es compañero de trabajo? —Me pregunta.

—Se podría decir..— Sonrío. —¿Me permite?— extiendo mi mano intentado que ceda a bailar conmigo.

—No creo que sea correcto... soy una mujer casada ahora. —Susurra más coqueta.

—Está casada, no amarrada. Y no creo que sea indebido bailar con un amigo. ¿No cree?

Ella sonríe dándome a entender que acepta bailar. Tomando su mano la guio hasta la pista de baile, donde muchas personas hacen lo mismo que nosotros.

Las luces bajan, el ritmo de la música también y llevo mis manos a sus caderas siguiendo los pasos del baile.

A lo lejos observo a Finn, él me indica que continúe unos minutos más con solo una mirada.

Las cosas están saliendo a la perfección. La mujer sonríe y baila junto a mi. Solo me quedan unos minutos para continuar con esto, cuando todo cambia repentinamente.

—Señorita..— La voz que se presenta frente a mi me hace perder el color del rostro. —¿Me permite bailar con mi esposo?

Carolina asiente un tanto confundida y los ojos de ni más ni menos que la madre de mi hija se posan frente a mi.

Sé que no es el momento para mirarla, pero como es costumbre.. esta perfectamente sexy y preciosa.

—Antonella.— Murmuro sin poder creerlo.

𝐌𝐈𝐀 © [𝟐] [N.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora