IX: ¿La Muerte Definitiva?

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"¿La Muerte Definitiva?"

"¿La Muerte Definitiva?"

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Una semana después...

Antonella

Fueron horas, tardes, noches y días sin nada. Sola, sola y más sola, con la única compañía de mi soledad.

Niall tampoco vino aquí estos dias, no solo me quitó a mi hija ese día, también me dejó sola y encerrada en este lugar, para siempre.

O al menos eso creo.

Luego de ese día, donde Jamal, Finn y Niall entraron en la habitación acompañados de sus hombres, solo sé que a Eva y  Meredith también las encerraron, porque escuché como insultaban mientras eran amarradas. Y aunque intenté resistirme,y Mia también, no pude con evitar que me la quiten y vuelvan a dejarme aquí.

Aun recuerdo mis gritos, casi me dejan sorda a mi también. Y Niall antes de encerrarme me miró triste, sé que a ambos nos pasó por la mente lo mismo.

"También soy feliz contigo, Antonella" Me respondió la noche en la que volvimos a follar.

Y ahora solo puedo creer que todo era mentira. Tal vez solo lo hizo para ganarse mi confianza y poder quitarme a la bebé.
Otra parte de mi corazón quiere creer que lo hizo porque realmente me extrañaba, creí haberlo visto en sus ojos, en la forma de tocarme y complacerme, en como me abrazó en la noche y como dormí en su pecho una vez más.

Nada fue real.

Jamás voy a perdonarlo, pero eso no es todo.

Ya no puedo vivir de esta manera, sola aquí, sin mi hija, sin nadie.
Y es por eso que tomé la decisión de escribir una carta para él y dejársela a Carla, quien a partir de ese día tuvo prohibido volver a dirigirme la palabra. Entonces debí dejarle la carta en su uniforme y suplicarle que se la dé a Niall. Ella me dedicó una mirada triste antes de irse, sé que es una buena amiga y servidora, siempre quiso ayudar.

Pero no puede hacerlo, solo debe obedecer.

Espero que le entregue dicha carta a Niall, porque de lo contrario jamás sabrá porque tomé mi decisión.

La puerta se abre y solo tengo esperanzas de que sea Carla con la bandeja de comida, pero no es así.

La que entra es Hannah.

Sinceramente no me importa, siquiera me da miedo. Ya no me importa morir, ni nada parecido.

—Entonces si...— Se ríe entrando en el lugar. —, tenía la esperanza de que la persona moribunda que vi la otra vez fuera un fantasma... pero estas aquí, viva.

No le respondo, más bien suspiro volteando mis ojos y sentándome en el sillón a mirar las nubes grises por mi ventana.

—Era cierto... Niall decidió perdonarte la vida. — Camina inspeccionando toda la habitación. —, pero ¿Que vida, no?— se ríe. —, esto no es ni un poco de vida, esto es la muerte propia. Siquiera puedo imaginar pasarme todos los días de mi vida encerrada. ¿Tu si te lo imaginas? — Vuelve a reírse de mi. —, y como si no fuera poco.. también te quitó a tu hija.

𝐌𝐈𝐀 © [𝟐] [N.H]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora