"Robin Hood"

711 32 4
                                    

Iba corriendo a toda ostia.
Pablo y María me seguían de cerca.
Divisamos un portal que se estaba cerrando y, sin pensarlo, nos metimos.
Al escaso minuto aparecieron los dos maderos que nos llevaban siguiendo lo menos 40 minutos.
Una vez hubimos recuperado el aliento, nos miramos, y no pudimos aguantar la risa.
No es que fuese alguna novedad acabar en comisaría por robar, pero nunca era gracioso pasar por todos los trámites de mierda.

En realidad, a nosotros no nos haría tanta falta robar. Considero que somos gente lo suficientemente honrada como para no hacer estas cosas.
Sin embargo sí lo hacemos. Pero todo tiene una explicación.

Primero de todo, me presento. Soy Natalia.
Todo esto comenzó más o menos hace 8 años, por aquel entonces yo tenía 11 añitos.
Fueron María y Pablo quienes me sacaron de aquella mierda del centro de menores. Ahí fue cuando me metí en la vida ilegal. Aclaro que ambos tienen sólo 1 año más que yo, por lo que, en aquel entonces, que ellos fueran quienes me sacasen de allí era lo más ilegal de todo aquel asunto.
Cuando conseguimos un sitio donde pasar los días, investigamos al jefe del antro del que mis dos, ahora mejores amigos, me sacaron. Y no era por mero gusto, precisamente.
Durante mi estancia allí, me habían llegado rumores de que aquel cabrón había abusado de menores ahí dentro y, aunque era muy pequeña, ese tipo de cosas era de las que mis padres siempre me advertían.
Estuvimos planeando el asalto durante largos meses, hasta que, por fin, 2 días después de haber cumplido los 12 años, nos colamos en su casa y arrasamos con todo lo que pudimos.
Las tres cuartas partes de lo que conseguimos se lo llevamos a las chicas que habían tenido el valor de contar lo que había pasado.
Igual se podría haber hecho todo de otra forma.
Pero al fin y al cabo éramos tres críos, y aquello era lo más justo que sabíamos hacer.
Ahí fue donde apareció nuestro papel como "Robin Hood".
En el camino se nos unieron Afri, Damion, Pablo (Haus) e Ici. A estos dos últimos les conocí en el centro de menores, y en cuanto conseguimos sacarles, nos convertimos en el hogar que tanto merecíamos.

Actualmente vivimos todos juntos. Puede llegar a parecer un caos, pero en realidad la convivencia supera las expectativas con creces.
No contamos con un poder económico lo suficientemente alto como para aspirar a más. Sin embargo tampoco lo necesitamos.
Cada uno de nosotros tiene algún trabajillo, por lo que todos aportamos algo de dinero, por mínimo que sea.
Yo, por ejemplo, canto en un bar del barrio. La verdad que me encanta, y para colmo el sueldo es bastante bueno.
Ni en 8 vidas hubiese imaginado llegar hasta donde estoy hoy.
Para algunos será una vida mediocre, para otros, incluso, una vida de mierda.
Sin embargo yo me doy con un canto en los dientes por todo esto. Vivimos juntos, como la gran familia en la que nos hemos convertido. Llegamos a fin de mes, a veces incluso de sobra; ayudamos a quienes más lo necesitan; y sobre todo, sabemos divertirnos.
Es la vida que, de una forma u otra, siempre soñaba cuando era pequeñita.
Así que con esto, sólo quiero añadir que le jodan a los esteriotipos de la sociedad.
Yo soy feliz así. Y punto.

Hasta aquí el primer capítulo.
Me vais diciendo qué os parece.
Estamos abiertxs a sugerencias.
Muchas noches y buenas gracias :)

A otro ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora