Asintió como una niña pequeña.
No había llevado a nadie que no fuesen María o Ici allí, aunque Ici también creció allí, por lo que no le suponía nada.
-¿Y qué vamos a hacer allí?- Preguntaba ilusionada Alba.
-Haces demasiadas preguntas. Ahora lo descubrirás.Aparcamos el coche y bajamos.
-Hola Eilan!- Vino a saludarme amablemente Luz.
-Hola guapa. ¿Cómo estás? Parece que hace semanas que no te veo.
-Pue casi, ayer no viniste. Eso es raro en ti. Marilia se puso un poco triste.- Se me partió el corazón.
-Ya... es que ayer fue un día complicado. ¿Crees que podría llevarme a la enana fuera un par de horas aunque no sea el día?
-Sabes que yo no tengo problema Eilan, pero está aquí Mari Jose.- Todo se paró por unos segundos. Mari Jose era una de las que manejaba el centro cuando yo aún estaba internada. No era mala gente, pero sabía todo lo que había detrás de todo esto, y nunca hizo nada.
-¿Qué hace aquí?-
-Sólo de visita.
-Eso espero. Vamos a buscar a Marilia. Gracias Luz.
Rapidamente, Alba me preguntó curiosa.
-¿Quien es Mari Jose y por qué parece que le tienes tanto asco?- Me hizo gracia.
-Porque se lo tengo, rubita.
-¿Y por qué?
-Digamos que aquí dentro había como mafias entre la gente que maneja el cotarro. Te hablo rollo acoso a niñas y esas cosas, y ella lo sabía todo, pero nunca tuvo el valor de decir nada.- Alba se quedó pensativa. Analizaba cada palabra, cada gesto.
-Sabes mucho de este sitio. No ent...
Rapidamente Marilia nos encontró, salvándome de una conversación que evitaba tener a toda costa.
-Naaaat, te he echado mucho de menos.- Me dijo la pequeña con cara de corderito.
-Y yo a ti principesa. Perdóname.
-Te perdono Nat.- Me abrazó muy muy fuerte. Al rato se dio cuenta de que Alba estaba a mi lado, y fue a darle un achuchón casi igual de grande.Al lo lejos una Mari Jose curiosa se asomaba a ver con quién se reía tanto Marilia. Siempre había sido muy curiosa.
Para mi desgracia hicimos contacto visual.
-Ahora vuelvo chicas.- Dije ante su atenta mirada.-Natalia Lacunza. No me olvidaría de ti ni en 30 vidas.
No estaba segura de si eso era un cumplido o no.
-¿Cómo te va?
-Bastante bien. Gracias.
-Siempre fuiste una rebelde... me caías bien, en realidad. Qué pena que tus padres no supiesen educarte.- Ahí estaba. Por eso siempre la tuve tanto asco.
-Toda la razón del mundo, Mari Jose, pero para tu desgracia ellos murieron, y te tocó aguantarme, ¿verdad vieja verde?- Así es cómo solía llamarla.
Su mirada se enfureció, y rápido pasó a mirar un punto fijo detrás de mi.
Por favor, que no fuese quien creía.
-¿Cómo?- Pues sí. Era Alba, y lo había escuchado todo.
-¿Quien es esta, Natalia? Espero que no sea tu novia. Habrías acabado con la poca dignidad que esperaba que tuvieras.
-Pues sí Mari Jose. Es mi novia. Yo era bollera, ¿recuerdas?- Dije remarcando ese apelativo, sabiendo cuánto la molestaba.
-Siempre por el mal camino. Tuviste suerte de que te sacaran de aquí, si hubieses seguido...- Yo apretaba mis puños. Sólo quería que se callara o íbamos a tener un problema. Alba se dio cuenta. Así que habló, cortando lo que Mari Jose decía.
-Mi amor, ¿nos vamos? Se hace tarde.- Lo agradecí infinitamente.
-Por supuesto.- Me echó una mirada cómplice. No sabía muy bien qué quería decirme con eso, pero en cuanto un beso tímido se aposentó en mi boca, lo entendí. Mari Jose miraba atentamente con cara de asco. Le faltaba vomitar ahí mismo.
-Hasta luego Mari Jose. Siempre es un placer hablar contigo.- Me despedí. Ella se fue sin decir nada, maldiciendo por lo bajo.
Alba y yo estallamos en carcajadas. Salvada.
-Oye, ¿y Marilia?
-Se tuvo que ir a cenar. Iba a venir a despedirse, pero vio a la tal Mari Jose esa y me dijo que me despidiese de ti por ella.- Sonreí.
-Tengo que sacarla de aquí.- Dije más como un pensamiento en voz alta.
-Eres consciente de que ya no tienes más excusas, ¿verdad?- Suspiré.
-Lo sé. Te invito a cenar y hablamos, ¿vale?
-Vale.- Dijo satisfecha.Perdonadme por la inactividad de estos días.
Los exámenes poco me permiten escribir.
Pronto actualizaré bastante más.
Contadme qué opináis :)

ESTÁS LEYENDO
A otro lado
FanfictionNatalia Lacunza, una chica joven, con un pasado duro, vive con su "familia" y llevan una vida dedicada a disfrutar y vivir cada momento, pero sobre todo, a ayudar a quienes lo necesitan. Alba Reche, dos años mayor que la anterior, se acaba de mudar...