La luz de la luna llena ya no me parecía suficiente. Desde aquella azotea podía ver Madrid. Incluso veía el hospital donde estaba María.
No tenía reloj a mano, pero por la posición de la luna... tampoco tenía ni puta idea de qué hora era.
Pero la última vez que la miré eran las 02:04, así que supongo que tarde.
No me pareció mejor plan que ir a hacerle una visita. Acordamos que hoy se quedaría Afri en el hospital con ella, y esas dos juntas podían aguantar horas despiertas, así que con un poco de suerte las pillaría chismorreando.
Decidí que no sería necesario avisar al resto de la casa de que me ausentaría, así que sin móvil ni nada, salí rodando con mi skate calle abajo. Mala jugada.Las luces de la comisaría estaban encendidas, no sé si eso era normal a las altas horas que debían ser.
Me detuve un momento, sabiendo que esta vez me acercaba voluntariamente.
Había poca gente, pero curiosamente Alba estaba ahí. Esa chica estaba en todos los fregaos'. No sé si eso era bueno.
En cuanto me vió salió a recibirme.
-Natalia... ¿qué haces por aquí?
-Iba a hacerle una visita a María, pero he visto movimiento por aquí y me ha extrañado.
-Ya... es que mi abuelo ha venido a Madrid y ha decidido hacerle una visita a la comisaría, pensé que iba a ser rápido, pero al ir a entrar dice que ha visto a alguien y se ha puesto histérico.- Me asusté. Y lo notó.- Pero no te preocupes, llevamos aquí cerca de una hora y no ha aparecido nadie.
-Vale... cualquier cosa que pase no dudes en llamarme.- Mierda.- Bueno, no porque no he traído el móvil, pero a Afri o cualquiera de estos, de verdad.
-Gracias Natalia. Lo mismo te digo. Bueno, no porque no tienes móvil... ya me entiendes.- La entendía, supongo.
No contesté, con un simple gesto de cabeza me despedí.
-Ah, y oye... ¿qué hora es?
-Eh.... las 04;38, ¿ibas sin saber la hora?
-Un poco.
-¿No estabas en casa?
-No tenía el móvil a mano. Pero bueno, me voy, a ver si pillo a las chicas despiertas. Nos vemos, Alba.
Creo que sin duda había sido una de las conversaciones más raras que había tenido con ella. No sé por qué esta noche había algo que me chirriaba.
Lo dejé pasar y continué mi camino.
Continué rodando hasta que por fin llegué a mi destino.
Estaba todo apagado. Parecía que hubiesen pasado 10 años por aquel hospital, y hubiese quedado completamente abandonado.
Tanteé la puerta. Estaba abierta.
Iba a encender la linterna del móvil y llamar a Afri, pero evidentemente, no había mejor día para salir sin móvil.
Fui lo más rápido que pude a la habitación.
Si los hospitales de por sí me daban muy mal rollo, a oscuras ya sólo quería salir corriendo y no mirar atrás.
Por suerte su planta sí estaba iluminada.
Abrí lentamente la puerta, encontrándome con mis dos amigas dormidas en la cama de María y abrazadas bien fuerte, que les faltaba fusionarse. Supongo que mala suerte. Me quedaré sin charla nocturna.
Tras un rato allí sentada decidí marcharme otra vez a casa, pero pasando por comisaría, a ver cómo estaban las cosas.
Esta vez sí estaban las luces apagadas, pero un ruido en el interior pudo conmigo, decidiendo que sería una extraordinaria idea decubrir de dóne venía.
Sorprendentemente la puerta principal sí estaba abierta, así que no tuve que armar nada para entrar.
Se escuchaban voces, pero eran más como susurros.
Cada vez las voces se acercaban más, pero yo seguía sin ver siquiera una mísera luz.
Topé al rato con una sombra extraña, parecía alguien tumbado.
Era... ¿Alba?
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A otro lado
FanficNatalia Lacunza, una chica joven, con un pasado duro, vive con su "familia" y llevan una vida dedicada a disfrutar y vivir cada momento, pero sobre todo, a ayudar a quienes lo necesitan. Alba Reche, dos años mayor que la anterior, se acaba de mudar...