Los personajes que aparezcan en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.
El sonido de un impacto resonó por toda la arena, puesto que el responsable de tal agresión no fue nadie más que el padre del cosmos.
Sin embargo, su puño no se estrelló contra aquel hombre al que iba dirigido sino más bien fue contra el suelo porque este logro esquivarle sin tan siquiera sudar.
El líquido carmesí baño el suelo por completo, en el proceso haciendo que en dicha zona afectada se formará un pequeño charco de aquel tono rojizo.
- ¿Eso es todo?, - pregunto el pequeño hombre que sin que se diera cuenta había devuelto su golpe con la misma intensidad con la que le agredió.
Pronto el cansancio comezón a llegar a su deteriorado y anciano cuerpo porque este gasto cado una de sus fuerzas en un intento inútil por acertar un solo golpe.
- ¡Que aburrido!, - expreso el padre de la humanidad con sinceridad.
- ¡Veamos si esto te parece aburrido!, - el padre del cosmos advirtió al hombre que atacaría nuevamente.
Sé agachó de una manera poco inusual porque la pierna de Zeus iba dirigida hacia su rostro y de no esquivarla podría traerle un grave daño a su cuerpo.
- ¡Esquivo el hacha divina de mi padre!, ¿cómo es eso posible?, - fueron las sorprendidas palabras del dios que fue reconocido como el amo y señor de la guerra entre los griegos.
- Amor mío, ¿qué piensas acerca de este combate?, - sensuales palabras que fueron dirigidas por ella hacía el peli rosa.
No recibió respuesta alguna porque en ningún momento aquel hombre despegó su vista del padre de la humanidad.
- Mi señora, ¿Qué piensa usted acerca de este combate?, - su acompañante quiso saber cuál eran los pensamientos de su hakai-shin.
- Me parece algo interesante, después de todo ese niño es muy inferior a Zeus pero ese don que se le fue otorgado será de gran ayuda para los humanos.
- Hay otros guerreros que se han llevado mi atención, como aquel tipo llamado Kakarotto, ¿No crees que ese sujeto es demasiado extraño?, - intriga surgió en aquella dama, solo de recordar su nombre le daba una mal presentimiento.
El padre de la humanidad tenía su pierna derecha incrustada en el cuello del griego, fue entonces cuando un estruendo resonó por toda la arena porque aquel golpe le mando a estrellarse contra aquel duro concreto que servían de muro para separar el campo de combate con los de espectadores.
La mirada perdida del decrépito anciano indicaba una sola cosa, este pereció al instante de recibir la brutal patada de Adam.
La sangre no dejaba de escurrir y salir de su deteriorado cuerpo, su cuello se encontraba completamente roto y fuera de su posición natural.
El desconcierto de las gradas fue grande cuando observaron como el padre del cosmos se comenzaba a levantar poco a poco y de un fuerte giro acomodó su cuello a su posición natural.
- ¡Me has sorprendido niño!, Así que puedes devolverme mis golpes con la misma fuerza con la que te ataque puesto o incluso más.
- ¡Que emoción!, Es bueno saber eso, sabiendo eso no me contendré en lo absoluto, - brincaba de la emoción porque al parecer dejaría todo en la arena de combate.
Miraba con atención lo que su contrincante estaba a punto de realizar, sea lo que sea él podría replicar dicho ataque.
- ¡Veamos si puedes copiar esto!, - advirtió sobre el siguiente movimiento que realizaría.
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No soy nadie.
FanfictionUn temido guerrero vuelve al lugar donde paso gran parte de su vida y donde fué criado después de mucho tiempo, pero noto como aquel mundo era habitado por unas deidades que se hacían llamar los más poderosos del universo.