No soy nadie.

Capítulo 11

Los personajes que aparezcan en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.

“Dudas”

El sentir de aquello le ha venido molestando desde hace un determinado lapso de tiempo, mismo que por una u otra circunstancia no pudo cuestionar, ya sea por falta de confianza o por las inseguridades que se presentaba constantemente, así que desde ese entonces ha venido ignorando aquel martirio, sin embargo creía que estaba en todo su derecho de hacerle cualquier tipo de pregunta.

El que haya pasado una noche increíble como lo ha venido haciendo desde hace algunas semanas le ponía demasiado contenta y en paz consigo misma, toda duda en ella se esfumaba como si nunca hubiese existido, su adolorido cuerpo sufrió de la intensidad insaciable del saiyajin y el despertar ahora no era una opción viable para la diosa, pero no se podía oponer a lo que su pensar le pedía pues involuntariamente comenzó a moverse.

Quería acurrucarse una última vez en el cuerpo desnudo de su amante, no pudo hacerlo porque su cuerpo pedía que se levantara, al abrir los ojos notó como él dormía sin preocupación alguna, la sonrisa juguetona se hizo presente en sus facciones, estaba ahí tan tranquilo sin que nadie le moleste con su cuerpo completamente relajado o bueno eso es lo que pensaba la mujer, quiso escalar más arriba, a la altura suficiente para despertarle de la mejor manera pues aún se posicionaba en el pecho del apuesto hombre.

La sensación de la que ha venido gozado hace semanas llegó cuando sintió como uno de sus pezones era succionado, gimió ante ello, no se esperaba aquello pero tampoco le desagradaba porque en cierta parte fue su culpa de que eso sucediera, intentó calamar la sensación pero le resultó inútil, así que solo le quedaba por darse por vencida y acarició el peculiar aspecto que mantenía la cabellera azabache del hombre mientras que disfrutaba de las sensaciones que el saiyajin le provocaba.

Se despertó de golpe por la sensación de la que gozaba, pues la diosa de la belleza ya hacia ahí moviendo sus caderas de aún lado a otro, sonreía mientras que lamía su dedo índice, sujetó sus piernas para que dejara de hacerlo, pero al hacerlo fue recibido por un cariñoso beso de la diosa, enserio que esta mujer le fascinaba, el afrodisíaco acto de anoche se repitió, ya perdió la cuenta de cuantas veces lo habían hechos, si seguía a este paso le dejarían seco, aunque lo dudaba.

—Gokú te preguntaré algo —se armó de valor y le habló demostrando personalidad, pero aquel comentario no fue lo suficiente para que él dejara lo que estaba haciendo.

—Hasta ahora no me has contado nada sobre ti, yo ya lo he hecho, creo que no estaría mal que tu también lo hicieras —masculló dejando ver la simpatía con la que exigía una respuesta sólida por parte de él.

—Esta bien, ¿que quieres saber?, pregunta sin temor —vociferó soltando los cubiertos y parando con su desayuno momentáneamente, la respuesta del saiyajin le heló por un pequeño instante, si bien esperaba una respuesta positiva, no se esperó una actitud que cooperara con ella.

—Muy bien empezamos… ¿haz tenido otra relación? —dijo decidida a saber si ella era la única que se ha ganado el cariño del saiyajin, aunque dudaba ciertamente de esto, solo le queda por esperar la respuesta del él.

—Sí, hace demasiado tiempo estuve casado —respondió viendo la expresión nada contenta de aquella rubia.

—¿Y que fue de esa relación?, me imagino que terminó, de otra forma no estarías aquí conmigo —se le miro inquieta y deseaba no preguntar más porque el presentimiento de oír algo que no le guste le podía suceder.

—Solamente se acabó y fue de la manera que debe ser —la explicación fue demasiado corta y no lleno por completo las dudas que Afrodita tenía.

—No entiendo… ¿cómo fue? —desconcertada interrumpió el habla del saiyajin, pero eso no le molestó porque parecía que seguiría explicando.