No soy nadie.

Capítulo 14

Los personajes que aparezcan en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.

“Intriga”

—Solía ser azul —fue lo que contestó cuando la pregunta había sido pronunciada por la bella chica de cabello violeta.

—¡Oh!, ¿y qué pasó después? —exclamó cuando él había concluido con su respuesta, su rostro se hacía notar y en ella la curiosidad nacía, curiosidad que era entendible hasta cierto punto, así que por ahora estas preguntas no le causaban molestia alguna a Gokú que relajado en su asiento esperaba que Hrist concluyera con su habla, cuando eso sucedió sus labios no tardaron en moverse para efectuar aquello que la dama esperaba con ansias.

—Ni yo logro comprenderlo del todo, tal vez fue porque me convertí en alguien diferente —habló efectuando una respuesta que más que calmar esas ansias por conocerle solo hizo que el misterio que su presencia causaba aumentara.

—¡Eh!, ¿en alguien diferente?, no entiendo… me podrías explicar, ¡por favor! —con tono de suplica pronunció aquello, sin embargo, este detalle fue ignorado por el saiyajin que prosiguió sin escuchar del todo a la valkiria, al menos se notó a simple vista, no obstante eso no era así.

—No lo entenderías… tal vez en otro momento te lo explique, por ahora prefiero no hablar sobre esto, puede que algún día te lo diga —ella presentía que ese hombre no confiaba del todo en ella, pero al escuchar lo último se quedó más tranquila, creería en sus palabras y preguntaría nuevamente en otro momento.

—¿Afrodita lo sabe? —repentinamente volvió a cuestionar pues una última duda había nacido de ella, él solo le miro por unos breves instantes para después revelar que es lo que le diría.

—No, a pesar que Afrodita es muy curiosa, no ha preguntado nada —la sonrisa emergió de los labios de la valkiria pues sus dudas habían sido resueltas, al menos en mayor parte, dispuesta a marcharse se colocó de pie y se dio media vuelta, no obstante el habla del saiyajin emergió nuevamente.

—Ella sabe un poco más de mí que ustedes, aunque pensándolo un poco, es lógico que así sea, Afrodita es la mujer con la que más he convivido desde que llegué a este lugar y poco a poco se ha ido ganando mi confianza —ella se quedó congelada al escuchar esas palabras provenientes de aquel hombre, ¿entonces él aún no les consideraba como alguien en quien confiar?, eso hizo que por un momento se llegara a cuestionar que es lo que había hecho aquella diosa para ganarse la confianza de él, sea lo que sea, haría lo que fuera para que ella entre en ese grupo que por ahora comanda Afrodita.

Intriga, esa palabra se quedaba corta para describir que es lo que le causaba aquel misterioso sujeto, ha cruzado palabras con él en un par de ocasiones, en todas ella, se le ha visto actuar extraño aunque demostrase lo contrario, su habla era tan natural al igual que la fluidez con que la efectuaba, no obstante cuando le escuchó, solo le hizo llenarse de confusión, misma que no detectó en ese instante, si lo pensaba bien, apenas se está dando cuenta de este detalle, de alguna manera ese hombre tenía aquel don, don que servía para confundir a alguien si que este se diera cuenta, pero que tan avanzado hay que estar para llegar a confundir a un ángel y llenarle de dudas, sin duda era algo increíble viéndolo del lado positivo, por el contrarió que perverso hay que estar para manipular a alguien de esa manera.

Sí claro, “un escrito donde se hable del gran sacerdote, así como de las deidades que existieron y que aún existen”, si lo meditaba bien, sonaba irreal, su padre jamás permitiría que algo así sucediese, aunque no sea información tan confidencial, revelaba a cualquiera la existencia de las deidades que gobiernan todo, algo así no podía suceder, si lo que le contó es cierto, pediría amablemente que le entregará aquellos escritos cuántos estos dos se volviesen a encontrar, aunque a estas alturas estaba segura que esos “escritos” del que él habla no existen y que sabe toda esa información por otros medios, eso si era un problema, al menos ese era su pensar.