Capítulo 16

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Los personajes que aparezcan en esta historia no son de mi propiedad, créditos a sus respectivos creadores.

"Jack contra el mundo"

Se encontraba parado allí donde era observado por todo el mundo, algunos con sorpresa y muchos otros con repudio, mayor parte de esto era de aquellos que serían representado por Jack, sin embargo, esto parecía importarle poco o nada, estaba en la espera de que Heimdal lo presentará, aunque eso ya no era necesario pues anteriormente ya se había dado a conocer los nombres de los participantes que combatirían en la cuarta ronda del Ragnarok.

Finalmente él apareció suspendido en el aire, entonces fuel el momento en que todos le miraron casi sin excepción pues un solo ser no le miraba a él, sino que más bien tenía su mirada puesta en el otro sujeto y este era el albino que sonreía dentro de aquel objeto que cubría su rostro irritando a la mayoría del público por no saber el cómo era, aunque él les representase deseaban su derrota, por el contrario, aquellos dioses no lo anhelaban, más bien lo esperaban con impaciencia en su ser.

—Hoy daremos por iniciado el cuarto combate! —Heimdal finalmente alzó su voz.

—Los dioses han decidido que el escenario de esta batalla tenga origen de aquel London en el siglo XIX debido a que consideran darle una pequeña ventaja a este simple humano —musitó el guardián del fin a todo el público dejando desconcertados a la mayoría puesto que muchos de ellos no reconocían aquel lugar, solo un pequeño sector del público reconoció el lugar al instante y llevaron sus manos a su boca tratando de disimular su impresión.

—¡No-no puede ser!... ¿cómo es esto posible?, ¿de quién se trata? —clamó una bella dama de cabello castaño.

—¿Por qué este lugar?, no lo entiendo —masculló bajo los efectos del alcohol.

De un instante a otro, el ambiente se transformó en uno completamente diferente, la oscuridad se desenvolvía de una de las puertas de entrada formando un sendero, allí mismo la neblina comenzó a emerger, pronto llegaron a sus sentidos el sonido que hacían el pisar de aquel humano, de entre la neblina la silueta de un hombre comenzó a tomar forma, a simple vista el hombre no poseía algo de especial pues su figura está delgada, no obstante, era muy pronto para especular puesto que no podían ver el cómo es que lucía.

El cuerpo de aquellos humanos en las gradas comenzaba a estremecerse, si bien no parecía alguien imponente, sí que si presencia les causaba aquello que la humanidad siempre ha temido... lo desconocido, por alguna razón las luces no apuntaban hacia donde está él eso solo les perturbaba más, con cada paso el que él daba su nerviosismo aumenta, por otro lado, la curiosidad de aquellos llamados dioses les carcomía.

—Con ustedes, aquel que es considerado la mayor aberración de la humanidad, su leyenda se formó en este escenario en aquel London del siglo XIX, cuando se dice que asesino a más de cinco prostitutas degollándolas brutalmente y sin piedad alguna, al menos de las que se han hallado rastro —musitó Heimdal con nervios por pronunciar lo último. Al instante la neblina se fue desvaneciendo, dejando ver poco a poco la figura de aquel hombre, las primeras impresiones fueron que vestía una gabardina en color vino tinto a comparado de un elegante sombrero para la época, pero lo último que notaron les hizo temblar... aquello que esperaban ver con ansias era tapado por una escalofriante y misteriosa máscara.

Jack llevó una de sus manos hasta su rostro, lentamente desprendió aquel artefacto y lo arrojó hacia el suelo provocando que este se rompiera en decenas de pedazos. Por fin pudieron apreciar su rostro que era iluminado solamente por los rayos lunares, no evito causar más impresión, pues un hombre que se encontraba en sus 50 años perfectamente conservado ya hacía parado ahí sin mostrar alguna expresión.

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⏰ Última actualización: Jul 05 ⏰

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